Miércoles 25 de diciembre de 2024
AFP
Subir las tasas para combatir la inflación, pero no demasiado para evitar que la economía quede de rodillas: este dilema que enfrentan los banqueros centrales en todo el mundo, estará al tope de la agenda de su reunión anual en Jackson Hole, Estados Unidos, entre jueves y sábado.
Las majestuosas montañas de Grand Teton (Wyoming), reciben todos los años este encuentro organizado por la Reserva Federal estadounidense (Fed, banco central), una iniciativa lanzada por el legendario presidente del organismo Paul Volcker.
El momento más esperado de este encuentro internacional será el discurso del presidente de la Fed, Jerome Powell, el viernes a las 14H00 GMT.
La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, no estará presente. Pero Isabel Schnabel, que integra su directorio en representación de Alemania participará en un panel el sábado. El gobernador del Banco de Francia y miembro del consejo de gobernadores del BCE, François Villeroy de Galhau, intervendrá el mismo día.
En cambio Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra (BoE), confirmó su presencia pero anunció que no tomará la palabra.
“Las cartas están sobre la mesa en materia económica: un enemigo común que es la inflación, un riesgo de hacer demasiado (ndlr: subir demasiado las tasas de interés) para enfriar la economía. Hay que elegir entre ambos”, resumió antes del encuentro Gregori Volokhine, gerente de cartera de Meeschaert Financial Services, en diálogo con la AFP.
Sin embargo, “la Fed no puede decir que debe elegir (…) entre aumentar el desempleo o bajar la inflación, pero es la elección que tiene”, añade
Esta reunión tendrá lugar en momentos en que en todo el mundo los bancos centrales ajustan sus tasas al alza para luchar contra la inflación, a pesar de que eso puede afectar la reactivación tras la pandemia.
Un aumento de tasas de interés encarece el crédito y por lo tanto frena el consumo y la inversión, enfriando así la economía y la presión sobre los precios.
La Fed ya subió cuatro veces desde marzo sus tipos de interés de referencia, y el mercado se pregunta por la magnitud de próximas alzas que se dan por seguras.
La inflación en Estados Unidos a 12 meses se moderó en julio, a 8,5 % desde 9,1 % en junio, una cifra que marcó un máximo en 40 años.
Los inversionistas esperan con ansiedad la próxima reunión de la Fed los días 20 y 21 de setiembre, y los especialistas debaten si el incremento de tipos de interés será de medio punto porcentual o de tres cuartos de punto, como en las últimas dos ocasiones.
Las tasas de referencia en Estados Unidos se ubican entre 2,25 %-2,50 %, cerca de un nivel considerado “neutral” de 2-3 %, que no estimula ni frena la actividad económica.
Jerome Powell, en su discurso del viernes, “querrá enfatizar sobre la probable transición que se producirá con la política monetaria en el futuro. Algo que quieren comunicar es que están concentrados en los problemas de estabilidad de precios”, destacó Jonathan Millar, economista de Barclays.
“Jackson Hole podría ser muy importante para ilustrarnos” sobre la hipótesis de conservar tasas elevadas, a pesar de una desaceleración económica, sostuvo Mazen Issa, especialista del mercado de cambios de TD Securities.
El PIB de Estados Unidos se contrajo en el primer y el segundo trimestre, una sucesión que responde a la definición clásica de recesión, aunque en Estados Unidos se consideran otros parámetros para determinar ese estadio de la economía, como el nivel de empleo.
Estados Unidos registra 3,5 % de desempleo, un mínimo histórico equivalente al nivel de febrero de 2020, antes de la pandemia. La economía recuperó todos los empleos perdidos durante el coronavirus.
Hace un año en la misma reunión, Powell hablaba de “factores transitorios” para explicar la inflación, y adevertía sobre un ajuste prematuro de tasas. Pero desde entonces, la inflación se instaló.
En la zona euro, el alza de precios batió un récord, en 8,9% en 12 meses. Inglaterra por su parte tiene una inflación de dos dígitos, en 10,1 %.
“Debería haber muchas discusiones sobre un eventual daño mayor a la credibilidad” de los bancos centrales, con este error de trayectoria para la inflación, y “lo que podría hacerse para repararlo”, estimó en diálogo con la AFP Carola Binder, profesora de Economía en el Haverford College de Pensilvania.