Miércoles 25 de diciembre de 2024
AFP
El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó este viernes la segunda revisión del acuerdo con Argentina, lo cual le permitirá desembolsarle inmediatamente unos 3,800 millones de dólares.
El 25 de marzo el Fondo aprobó un programa de ayuda para Argentina por un total de 44,000 millones de dólares a 30 meses.
La decisión del directorio permite un giro de unos 3,800 millones, “lo que eleva los desembolsos totales en virtud del acuerdo a aproximadamente 17,500 millones de dólares”, informa el FMI en un comunicado.
Se cumplieron las metas del programa a fines de septiembre -señala- “incluidas las de reservas internacionales netas y el financiamiento monetario del déficit fiscal”.
Pese a ello la junta afirma haber adoptado dispensas de incumplimiento vinculadas a “las restricciones cambiarias y las prácticas de múltiples monedas”.
La institución suele aprobar este tipo de dispensas o perdones cuando no se cumple algún objetivo.
Citada en el comunicado, la directora gerente de la institución financiera, Kristalina Georgieva, recuerda a Buenos Aires que las medidas cambiarias “no reemplazan una política macroeconómica sólida”.
“Las restricciones cambiarias y las prácticas de monedas múltiples deben eliminarse a medida que las condiciones lo permitan y la cobertura de reservas se fortalezca”, afirma.
Argentina tiene actualmente al menos media docena de tasas cambiarias diferentes para el dolar.
El FMI tiene palabras de elogio para el equipo encabezado por el ministro de Economía Sergio Massa, quien en septiembre se reunió en Washington con Georgieva y con miembros del gobierno de Estados Unidos, principal contribuyente al presupuesto del FMI, quienes le expresaron su apoyo.
Las “acciones decisivas” del equipo “fueron fundamentales para estabilizar los mercados, restablecer la confianza y asegurar objetivos cuantitativos clave, incluido el límite mínimo para las reservas internacionales netas a fines de septiembre y el tope máximo para el financiamiento monetario del déficit fiscal”, sostiene el FMI.
Pero Georgieva califica “de frágil” la situación de Argentina, con uno de los índices de inflación más altos del mundo (56,4 % acumulado entre enero y agosto) y previsiones de 90 % para el cierre de este año. Además el 36,5 % de la población vive sumida en la pobreza.
“Se necesitarán políticas macroeconómicas prudentes y una implementación firme del programa para abordar la situación aún frágil, fortalecer la estabilidad y cumplir con los objetivos del programa” que “sigue siendo un ancla macroeconómica clave”, afirma.
El gobierno del presidente Alberto Fernández debe aumentar sus reservas internacionales y reducir el déficit fiscal, de 3 % del Producto Interno Bruto en 2021 a 2,5 % este año, 1,9 % en 2023 y 0,9 % en 2024, en virtud de los compromisos con el organismo multilateral.
Lograr los objetivos del déficit fiscal “es fundamental para moderar el crecimiento de las importaciones, acumular reservas, fortalecer la sostenibilidad de la deuda y reducir aún más la dependencia del financiamiento del déficit por parte del banco central”, insiste la directora gerente.
En medio de un entorno global desafiante, Georgieva recomienda “un enfoque proactivo de gestión de la deuda, junto con políticas macroeconómicas prudentes” para movilizar el financiamiento en pesos nacionales y mitigar los riesgos de refinanciamiento.
Además pide fortalecer la gestión financiera y la lucha contra la evasión fiscal y el lavado de dinero de la tercera economía de América Latina.
En los últimos meses Fernández ha cambiado dos veces en menos de un mes de ministro de Economía del país, que ha firmado trece acuerdos con el FMI desde el regreso a la democracia en 1983.
El último prevé un reembolso solo desde 2026 hasta 2034, si para esa fecha Argentina cumple los objetivos, uno de ellos el de fijar su crecimiento sostenido a largo plazo (tras el 10,3 % de 2021).