Miércoles 25 de diciembre de 2024
Redacción ||
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha logrado reunir una suma significativa de más de 6.000 millones de dólares destinados a mejorar la producción agrícola y garantizar la seguridad alimentaria en dos de las regiones más afectadas por las sequías en el mundo: el Corredor Seco de Centroamérica y el Sahel africano. Este anuncio se realizó en el marco del Foro Mundial de la Alimentación y representa un paso importante para abordar los desafíos comunes que enfrentan estas regiones.
Ambas regiones comparten problemas críticos, especialmente la sequía y la gestión inadecuada de los recursos hídricos, que a menudo desencadenan conflictos y migraciones forzadas. Abordar soluciones conjuntas puede facilitar la tarea de hacer frente a estos desafíos. En total, se han presentado más de 110 programas de inversión que beneficiarán a más de 149 millones de personas en estas áreas.
Los proyectos se enfocarán en una amplia gama de áreas, desde la implementación de redes de riego en pequeña escala y la construcción de instalaciones de almacenamiento de agua hasta la creación de cartografía digital del suelo y medidas destinadas a impulsar el comercio regional. Se busca un enfoque holístico que complemente las iniciativas existentes y, al mismo tiempo, priorice las inversiones que son comunes a ambas regiones para ayudarlas a superar sus desafíos críticos.
En el caso del Corredor Seco, que abarca desde el estado de Chiapas, México, hasta Panamá y afecta a más de 11 millones de personas, las inversiones incluirán la facilitación del acceso al crédito, la implementación de técnicas de optimización de la gestión de nutrientes del suelo, la construcción de sistemas de almacenamiento de agua y la creación de una base de datos que evaluará los riesgos agrícolas según el clima, el suelo y los cultivos. Además, se planea establecer 80 ecosistemas digitales para conectar a miles de productores con empresas y cooperativas rurales.
En el Sahel, las inversiones se centrarán en zonas de alta pobreza e incluirán la introducción de bombas alimentadas por energía solar y un aumento significativo en la cantidad de tierras de cultivo irrigadas mediante una mejor captura y almacenamiento de agua, así como la perforación de pozos poco profundos.
Félix Ulloa, vicepresidente de El Salvador, enfatizó la necesidad de ayuda para abordar el cambio climático y destacó la importancia de estas iniciativas en un momento en el que el mundo enfrenta desafíos ambientales y alimentarios críticos. La recaudación de fondos de la FAO es un paso positivo hacia un futuro más sostenible en estas regiones altamente vulnerables.