Jueves 26 de diciembre de 2024
Redacción ||
En un esfuerzo incansable por apoyar a sus seres queridos en El Salvador, los inmigrantes en Estados Unidos continúan enviando remesas a pesar de los desafíos económicos. Personas como Susy Castillo, que trabaja arduamente seis días a la semana durante 12 a 13 horas diarias, envían remesas dos veces al mes por un total de $1,800 para apoyar a sus familias, especialmente a aquellos que están estudiando. A pesar de los altos costos de vida en EE. UU., estas personas cumplen religiosamente con sus obligaciones financieras.
Elmer, otro inmigrante, ha estado enviando remesas a sus padres durante siete años para mantener una granja. A pesar de los desafíos económicos en EE. UU., él se esfuerza por enviar la misma cantidad de $700 cada mes para ayudar a sus padres con los gastos de la finca. María, también inmigrante, trabaja en un hotel y envía $100 a sus padres para ayudarlos en tiempos de necesidad. A pesar de los crecientes costos en EE. UU., estos inmigrantes están decididos a seguir enviando remesas.
Los expertos señalan que las remesas son “anticíclicas”, lo que significa que las personas mantienen su compromiso de enviar dinero a pesar de los cambios en los costos de vida. Aunque pueden reducir ligeramente la cantidad enviada si enfrentan dificultades económicas temporales, tratan de mantenerse al día con sus envíos. Este compromiso constante refleja la importancia de las remesas en el apoyo a las familias en sus países de origen.
A pesar de los desafíos económicos en EE. UU., los inmigrantes latinoamericanos continúan enviando remesas a sus seres queridos en sus países de origen. Estos envíos de dinero desempeñan un papel vital en el bienestar de las familias en El Salvador y en toda la región.