Jueves 26 de diciembre de 2024
Redacción ||
El mercado de pagos digitales en Latinoamérica está experimentando un auge y se está convirtiendo en un motor fundamental para la transformación financiera en la región. Según un informe de Global Market Insights Inc., se prevé que el mercado global de pagos digitales alcance un valor de 37 billones de dólares para 2032. Esta tendencia se respalda en gran medida por la continua innovación en el sector, que ha dado lugar a plataformas flexibles, seguras y fáciles de usar, así como la incorporación de tecnologías de vanguardia.
Alejandro Del Río, director regional de Latam de Paymentology, destaca que los pagos digitales no solo ofrecen eficiencia en las transacciones, sino también actúan como una puerta de entrada a una amplia gama de servicios financieros. En Latinoamérica, las alternativas digitales se han convertido en un sector atractivo, ocupando el segundo lugar en inversión de capital de riesgo en los últimos 3 años, según la Agenda Fintech de Finnovista. Los consumidores buscan comodidad y flexibilidad en las transacciones, y las instituciones financieras están apostando por tendencias que buscan llevar la industria a una nueva era de innovación.
Entre las tendencias destacadas se incluyen las plataformas móviles y la seguridad, con la integración de tecnologías como wallets y dispositivos móviles, así como la adopción de tecnologías de vanguardia como NFC y autenticación biométrica. Además, los pagos digitales han impulsado el crecimiento de soluciones como transferencias bancarias, Buy Now Pay Later, tarjetas de débito y billeteras digitales. El sector también ha experimentado un aumento en los pagos internacionales y las remesas, lo que ha beneficiado a miles de personas y ha dinamizado las economías regionales. Los pagos instantáneos, liderados por sistemas como Pix en Brasil, también se están convirtiendo en una tendencia clave en la región, con otros países siguiendo su ejemplo.
En resumen, la adopción de tecnologías innovadoras, la inversión en fintech y la formalización de la cadena productiva son factores clave en la transformación de los pagos digitales en Latinoamérica. Estas alternativas no solo facilitan las transacciones, sino que también abren la puerta a servicios financieros, lo que tiene un impacto positivo en la vida de millones de personas en toda la región.