Un informe presentado por la Secretaría General Iberoamericana (Segib) en Brasilia destaca que las empresas tecnológicas dedicadas a mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector agroalimentario tienen un impacto directo en la reducción del hambre en América Latina y el Caribe. Según el secretario general iberoamericano, Andrés Allamand, la innovación y el emprendimiento son fundamentales para resguardar la seguridad alimentaria en una población que se espera supere los 9.700 millones de habitantes para el año 2050.
Aunque la región es responsable del 14% de las exportaciones globales de alimentos, el informe alerta que el 40,6% de la población en América Latina y el Caribe sufrió inseguridad alimentaria en 2021, nueve puntos más que en 2019, situándola como la región más afectada por el hambre.
La Segib destaca la necesidad de hacer más sostenibles los sistemas alimentarios, que son responsables del 30% de las emisiones y se encuentran entre los más vulnerables al impacto climático. Empresas de tecnología agroalimentaria, conocidas como “agtech y foodtech”, utilizan tecnologías como la inteligencia de datos, la inteligencia artificial y el Internet de las cosas para abordar estos desafíos.
El informe resalta a Brasil como el país con el mercado más grande de América Latina para la inversión en tecnologías agroalimentarias, con una cuota que casi alcanza el 50%. La inversión en estas tecnologías contribuye no solo a aumentar la eficiencia en la producción de alimentos, sino también a mejorar la seguridad alimentaria y abordar los desafíos ambientales asociados con la agricultura.
