Martes 24 de diciembre de 2024
El reciente aval de la Ley de Emisión de Activos Digitales (LEAD) en El Salvador ha generado expectativas de posicionar al país como un centro destacado para los intercambios financieros. La legislación, aprobada por la Asamblea Legislativa el 11 de enero, establece un marco legal para regular los activos digitales, sus transferencias y ofertas públicas asociadas, abarcando no solo criptomonedas, sino también otros activos y su tokenización.
Con aproximadamente 120,000 jubilados en El Salvador, la aplicación de esta ley tiene el potencial de aumentar la liquidez y desarrollar la emisión de activos digitales en el marco del mercado de capitales. Actualmente, empresas como Koibanx, que recientemente obtuvo la séptima autorización para operar como proveedor de servicios de activos digitales (PSAD), ven en esta legislación la oportunidad de ofrecer una variedad de servicios, incluyendo el intercambio de activos digitales por dinero fiduciario, operaciones en plataformas digitales y billeteras, y la tokenización.
Tulio Núñez, General Counsel de Koibanx, destacó que El Salvador tiene el potencial de convertirse en un atractivo hub para compañías extranjeras e inversores que buscan aprovechar nuevas fuentes de financiamiento, gracias a las facilidades que ofrece la legislación salvadoreña. La compañía planea expandir su presencia en el país y la región.
La interoperabilidad financiera con activos digitales es un componente crucial de este cambio, y la tecnología blockchain, junto con la tokenización, facilita la comunicación sin fricciones entre instituciones financieras. Leo Elduayen, CEO y cofundador de Koibanx, destacó la intención de permitir el intercambio de valor en múltiples formatos sobre la base Web3 para el sistema financiero tradicional.
La Ley de Activos Digitales salvadoreña es considerada la más abierta en la región, ofreciendo un terreno propicio para atraer a actores globales y convertir a El Salvador en líder de la transformación de los mercados financieros. La tokenización de activos financieros y reales, según un informe de Citi, podría experimentar un crecimiento significativo y alcanzar un valor de casi $4 billones para el año 2030, siendo un caso de uso revolucionario para la tecnología blockchain. En este contexto, El Salvador emerge como un jugador relevante para competir en América Latina y a nivel global en la revolución financiera.