En un sorprendente cambio de tendencia, la tasa de inflación general en México experimentó un repunte en la primera quincena de noviembre, alcanzando el 4.32 % anual, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este aumento rompió con la racha de 19 quincenas consecutivas de descenso, marcando un quiebre con el índice de 4.26 % registrado durante todo octubre y contrastando con el 7.91 % de enero, con el que se inició el año.
Durante el periodo analizado, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) experimentó un incremento del 0.63 % en comparación con los 15 días anteriores. El Inegi destacó que, en el mismo periodo del año anterior, la inflación quincenal fue del 0.56 %, con una tasa anual del 8.14 %.
El índice de precios subyacente, que excluye elementos de alta volatilidad en sus precios, aumentó un 0.20 % quincenal y un 5.31 % anual, proporcionando un mejor indicador de la carestía general. Por otro lado, la categoría de no subyacentes mostró un incremento del 1.96 % a tasa quincenal y un 1.41 % interanual.
Dentro de los subgrupos, las mercancías subyacentes aumentaron un 0.13 % en la quincena y un 5.32 % en el año, mientras que los servicios avanzaron un 0.28 % quincenal y un 5.28 % anual. En los no subyacentes, los precios de los agropecuarios crecieron un 1.03 % respecto al periodo inmediato anterior y un 3.04 % frente al mismo lapso del año pasado. Los energéticos y tarifas autorizadas por el Gobierno experimentaron un incremento del 2.77 % en la quincena y un 0.05 % en el año.
Este repunte inesperado de la inflación representa un desafío para las expectativas del mercado y se sitúa por encima de la meta anual del 3 % establecida por el Banco de México, que actualmente mantiene la tasa de interés en un récord del 11.25 %. Este nuevo escenario plantea interrogantes sobre las políticas económicas y la evolución futura de los indicadores inflacionarios en México.