Martes 7 de enero de 2025
Virgin Atlantic marcó un hito en la aviación al realizar su primer vuelo transatlántico totalmente impulsado por combustibles alternativos. La aeronave, un Boeing 787, despegó del aeropuerto de Heathrow, Londres, con destino al JFK de Nueva York. Este vuelo, financiado por el Gobierno, busca destacar el uso de combustible sostenible de aviación (Saf), fabricado a partir de residuos y desechos de la economía circular.
El Saf utilizado en este vuelo se compone en un 88 % de desechos de grasas y un 12 % de residuos de la producción de maíz en Estados Unidos. La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido aprobó el vuelo después de rigurosas pruebas y evaluaciones. Empresas como Rolls-Royce y BP colaboraron en este proyecto pionero.
El ministro británico de Transporte, Mark Harper, destacó que el uso de Saf reduce alrededor del 70 % de las emisiones de carbono en comparación con los combustibles tradicionales, subrayando que este avance es un “gran paso adelante” en la lucha contra la crisis climática. Aunque reconoció que el Saf no es la única solución, lo calificó como “una medida realmente importante” para equilibrar la necesidad de volar y proteger el medio ambiente.
La industria de la aviación se enfrenta al desafío de descarbonizarse, y el Saf se considera una herramienta clave para reducir las emisiones en este sector. Aunque actualmente no hay plantas comerciales de Saf en el Reino Unido, el Gobierno planea construir cinco para 2025. Además, se ha comprometido a que el 10 % del combustible de aviación sea Saf para 2030, contribuyendo así a una aviación más sostenible.