Con una trayectoria de 72 años en el mercado salvadoreño y una fuerte presencia en los mercados centroamericanos y de Estados Unidos, DIANA se destaca como la empresa de boquitas más importante de la región. Ahora, la compañía se prepara para devolver el apoyo recibido a lo largo de los años mediante “Legado DIANA”, una serie de acciones centradas en el beneficio social y medioambiental.
Luis Núñez, director de Asuntos Corporativos, informó que estas iniciativas, la mayoría en marcha desde hace años, se unifican bajo la bandera de Legado DIANA. La estrategia se enfoca en cinco áreas clave: agua, reciclaje, residuos, apoyo a productores agrícolas y comunidades.
En la iniciativa de agua, DIANA tiene como objetivo reducir el consumo de agua en un 40% para 2026, ya habiendo alcanzado una reducción del 15%. Millonarias inversiones en el tratamiento de aguas residuales respaldan este compromiso.
Bajo el programa DIANA Recicla, la empresa colabora con municipalidades, recicladores y fundaciones para limpiar las playas del lago de Ilopango. Hasta la fecha, han recolectado y transformado 115 toneladas de plástico en material reutilizable.
DIANA también apoya a productores agrícolas, trabajando con la Cooperativa San Carlos de Aguilares, proporcionando plátanos para la marca ORÍGENES y fomentando la producción de yuca y malanga. Este esfuerzo beneficia directamente a 500 personas en la cooperativa.
En cuanto a comunidades, a través del Programa Constructores de Negocios, DIANA ha capacitado a más de 320 emprendedores y microempresarios en los últimos dos años, principalmente mujeres de Surf City y del lago de Ilopango.
Luis Núñez destacó que Legado DIANA surge de la vocación de la empresa de estar cerca de las personas que necesitan apoyo. Con estas acciones, DIANA busca dejar un impacto duradero y sostenible, respondiendo a las expectativas de la sociedad y demostrando su compromiso con la responsabilidad social y medioambiental.
