Jueves 26 de diciembre de 2024
El índice de precios al consumidor (IPC) en China disminuyó un 0,8 % interanual en enero, marcando el cuarto mes consecutivo de caída y profundizando las preocupaciones sobre una posible deflación. Esta cifra representa la mayor disminución interanual desde septiembre de 2009 y continúa la racha de descensos más larga desde ese año, cuando el IPC estuvo en cifras negativas durante tres trimestres consecutivos.
Los analistas esperaban un descenso del 0,5 %, lo que indica que el resultado fue peor de lo previsto. La Oficina Nacional de Estadísticas de China atribuye esta disminución interanual a la alta base de comparación debido a que el Año Nuevo Lunar, una época festiva importante, se celebró en enero del año anterior, mientras que este año se celebrará en el mes en curso.
A pesar de la caída interanual, el IPC aumentó un 0,3 % intermensual, lo que sugiere un impulso estacional debido a las vacaciones. Sin embargo, el IPC subyacente, que excluye los precios de alimentos y energía debido a su volatilidad, también aumentó un 0,4 % interanual.
Los precios de los alimentos registraron una disminución del 5,9 % interanual, con descensos significativos en la carne de cerdo, verduras y frutas. Aunque los precios alimentarios aumentaron un 0,4 % intermensual debido a las vacaciones y olas de frío, los analistas creen que la inflación general seguirá siendo baja en 2024, con una estimación media del 0,5 %.
Esta tendencia a la baja en los precios también se refleja en el índice de precios a la producción (IPP), que mide los precios industriales y registró una caída interanual del 2,5 % en enero, marcando el decimosexto mes consecutivo de descensos. Sin embargo, la contracción intermensual se moderó ligeramente, lo que podría estar relacionado con el aumento de los precios de los metales y el gasto en infraestructura.
Los expertos advierten que la inflación se mantendrá baja en el futuro próximo, debido a los desequilibrios estructurales entre la oferta y la demanda, así como a la guerra de precios entre los fabricantes de automóviles eléctricos y el exceso de oferta en el mercado inmobiliario.