Martes 24 de diciembre de 2024
El mercado financiero ha reaccionado al plan de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, que contempla tres recortes de tipos de interés en 2024 en lugar de los seis que inicialmente se esperaban. Esta medida ha generado un cambio en las expectativas de los inversores, quienes ahora se alinean con el dot plot de la Fed.
Al principio del año, se anticipaba una rápida relajación de la política monetaria en Estados Unidos debido a la caída de la inflación. Sin embargo, la Fed no ha seguido esta línea, lo que ha llevado a los inversores a reducir sus expectativas de recortes de tipos a la mitad.
La discrepancia entre las expectativas del mercado y las de la Fed se hizo evidente en torno al ciclo de recortes de tipos, con los inversores anticipando hasta seis recortes para 2024. Sin embargo, los pronósticos de la Fed apuntaban a solo tres recortes de 25 puntos básicos cada uno.
A medida que las previsiones económicas mejoraron y se descartó una recesión inminente, el mercado ajustó sus expectativas y pasó a anticipar tres recortes de tipos en lugar de seis. El crecimiento económico más fuerte de lo esperado sugiere que alcanzar el objetivo de estabilidad de precios del 2% será más desafiante de lo previsto.
El reciente dato de inflación, que superó las expectativas al situarse en el 3,1% en enero, ha aumentado las preocupaciones sobre la inflación, lo que ha llevado a los inversores a reconsiderar sus proyecciones. El próximo dato de inflación en febrero será crucial para el mercado.
La Fed ha logrado que el mercado asuma su escenario central de tres recortes de tipos en 2024. Aunque algunos miembros de la Fed han sugerido la posibilidad de que el tipo neutral sea más alto de lo esperado, lo que podría limitar la necesidad de recortes adicionales.
El mercado de renta fija ha reflejado este cambio en las expectativas, con una caída en los bonos estadounidenses y europeos durante febrero. Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense han subido significativamente en lo que va de año, lo que indica una mayor aversión al riesgo entre los inversores.