Martes 24 de diciembre de 2024
Los datos oficiales publicados el viernes revelaron que la inflación subyacente de Japón experimentó un aumento en febrero a medida que se desvaneció el impacto de los subsidios gubernamentales a los combustibles. Este aumento sugiere que la economía japonesa está manteniendo un crecimiento de precios sostenido en línea con el objetivo del 2% del banco central.
Sin embargo, un índice que excluye el efecto de los combustibles, seguido de cerca por el Banco de Japón como un indicador de tendencias de precios más amplias, disminuyó en el período hasta febrero del año anterior. Esta desaceleración resalta la incertidumbre sobre cuándo el banco central volverá a aumentar las tasas de interés.
El índice de precios al consumidor (IPC) subyacente a nivel nacional, que excluye los alimentos frescos pero incluye productos energéticos, aumentó un 2,8% en febrero en comparación con el año anterior. Este aumento representa una aceleración desde el alza del 2,0% observada en enero y supera las expectativas del mercado, que preveían un incremento del 2,8%.
Por otro lado, el índice “doble subyacente”, que excluye los alimentos frescos y la energía, registró un aumento del 3,2% en febrero respecto al año anterior, una desaceleración con respecto al incremento del 3,5% observado en enero. Esta fue la tasa de crecimiento interanual más lenta desde enero de 2023.
La inflación subyacente al consumidor en Japón ha superado el objetivo del 2% del Banco de Japón desde abril de 2022, inicialmente impulsada por aumentos de precios por parte de empresas que trasladaron los aumentos de costos a los hogares.
La reciente decisión del Banco de Japón de abandonar su programa de estímulos históricos se basó en señales de una demanda sólida y perspectivas de salarios más altos que impulsaban a las empresas a seguir aumentando los precios de bienes y servicios.
El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, señaló que el banco central podría considerar aumentar las tasas nuevamente si la inflación supera las expectativas o si los riesgos al alza para las perspectivas de precios aumentan significativamente.
A pesar de un crecimiento económico modesto y señales de debilidad en el consumo y la producción, Japón ha logrado evitar una recesión técnica en el último trimestre del año pasado, principalmente debido al sólido gasto de capital.