Martes 24 de diciembre de 2024
El Gobierno chino ha anunciado una serie de medidas destinadas a impulsar la recuperación del sector inmobiliario del país, incluyendo la asignación de 300,000 millones de yuanes (aproximadamente $41,500 millones) para financiar la adquisición de viviendas sin vender por parte de entidades públicas. Este esfuerzo tiene como objetivo proporcionar casas a precios asequibles y rebajar el porcentaje mínimo de entrada necesario para los compradores.
Tao Ling, subgobernador del Banco Popular de China, explicó en una rueda de prensa que este nuevo mecanismo de préstamo busca alentar a las instituciones financieras a apoyar la compra de viviendas terminadas y no vendidas por empresas públicas “a precios razonables”. Se espera que esto genere préstamos bancarios adicionales por un valor de 500,000 millones de yuanes (alrededor de $69,184 millones).
El programa incluye a 21 bancos nacionales, entre ellos el Banco de Desarrollo de China y varios bancos comerciales estatales. Establece un tipo de interés del 1.75% en créditos a un año, con la posibilidad de extenderse hasta cuatro veces. El Banco Popular de China emitirá nuevos préstamos basados en el 60% del principal, lo que podría impulsar los préstamos bancarios hasta medio billón de yuanes.
Esta política es vista como una medida crucial del Banco Popular de China para apoyar la construcción de un nuevo modelo de desarrollo inmobiliario. El objetivo es acelerar la liquidación de existencias de viviendas no vendidas y aumentar la oferta de viviendas asequibles, ya sea para la venta o el alquiler.
Además, el Banco Popular de China ha reducido el porcentaje mínimo de entrada para la compra de una primera vivienda del 20% al 15%, y para una segunda residencia del 30% al 25%.
El sector inmobiliario representa más de una cuarta parte del Producto Interior Bruto (PIB) de China, pero enfrenta una crisis sin precedentes desde 2020. Las restricciones al acceso al crédito impuestas a los constructores para reducir la creciente deuda han llevado a grandes inmobiliarias como China Evergrande y Country Garden a situaciones críticas. La caída de los precios ha desalentado a los chinos de invertir en propiedades, exacerbando la crisis en el sector.