La economía cubana se encuentra en el centro de la polémica debido al reciente derrumbe del peso cubano en el mercado informal y los cuestionamientos sobre la tasa de cambio que ha emergido como referencia, difundida por el periódico digital independiente El Toque. Esta situación ha generado dudas entre la población y una campaña en medios oficiales contra el medio de comunicación.
Los ataques contra El Toque han cobrado fuerza a medida que el dólar se ha acercado a la marca de 400 pesos, acusando al periódico de ser parte de una supuesta estrategia política para promover un estallido social en Cuba. Sin embargo, desde El Toque se niega cualquier motivación política, afirmando que su objetivo es informar y que son utilizados como “chivo expiatorio” para desviar la atención de la crisis económica del país.
El método utilizado por El Toque para establecer la tasa de cambio es mediante un algoritmo automatizado que sigue anuncios de compra y venta de divisas en foros y redes sociales, supervisado por el reconocido economista cubano Pavel Vidal. Aunque algunos economistas cubanos consideran confiable este método, reconocen sus limitaciones y subrayan que la depreciación del peso cubano se debe a los problemas estructurales del país.
José Jasán Nieves, editor jefe de El Toque, ha destacado que la tasa se ha convertido en un referente popular y ha desmentido las acusaciones de influencia política, señalando que su financiación proviene principalmente de fundaciones estadounidenses y europeas, pero que esto no condiciona su línea editorial.
A pesar de la controversia, el Gobierno cubano ha guardado silencio ante las solicitudes de comentarios al respecto. Esta situación refleja la compleja dinámica económica y política que atraviesa Cuba en medio de una situación de deterioro económico y tensiones sociales.