El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido reducir los tipos de interés en 0,25 puntos porcentuales, marcando así su primer recorte desde marzo de 2016. Esta medida, tomada durante la reunión del Consejo de Gobierno en Fráncfort, busca moderar la política monetaria tras nueve meses de estabilidad en los tipos de interés, en respuesta a las presiones inflacionistas en la eurozona.
El BCE argumenta que, aunque las perspectivas de inflación han mejorado, las presiones inflacionistas internas persisten debido al crecimiento elevado de los salarios. Se espera que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 2 % hasta el próximo año. En consecuencia, el BCE ha revisado al alza sus previsiones de inflación para 2024 y 2025, mientras que el crecimiento económico se proyecta en un 0,9 % en 2024.
Esta decisión marca un cambio significativo en la política monetaria del BCE, que ha seguido un ciclo de endurecimiento desde julio de 2022 para combatir la inflación. El último recorte de tipos, en conjunto con la reducción de otras facilidades de crédito, busca contrarrestar las presiones inflacionistas y garantizar la estabilidad económica en la eurozona.