La deuda pública de Colombia, que equivalía al 48,4 % del PIB antes de la pandemia, aumentó a casi el 61 % en el primer año de la crisis sanitaria, alcanzando los 234.000 millones de dólares. Así lo afirmó este viernes el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, quien aseguró que el país está cumpliendo con sus compromisos de deuda.
“Antes de la pandemia, la deuda equivalía al 48,4 % del PIB y en el año de la pandemia subimos al 60,7 % del PIB, un crecimiento muy fuerte de la deuda pública, fueron más de once puntos del PIB, algunos de ellos por fuera de los cupos de endeudamiento”, explicó el ministro durante su intervención en la 58ª asamblea anual de la Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria), que concluye hoy en Cartagena.
Bonilla subrayó que el compromiso del Gobierno es regresar a una senda de deuda del 55 % del PIB, tal como está planteado en el marco fiscal actual. El país enfrenta una deuda de 908 billones de pesos (234.000 millones de dólares), lo que obliga al Gobierno a hacer un enorme esfuerzo, ya que parte de sus vencimientos son de corto plazo, entre 2024 y 2026.
Durante la pandemia en 2021, el Congreso autorizó al Gobierno ampliar el cupo de endeudamiento en 70.000 millones de dólares. Sin embargo, el Ejecutivo adquirió mediante decreto, sin control legislativo, créditos adicionales por 6.500 millones de dólares, además de otros compromisos que elevaron el nivel de endeudamiento.
“En total hay 12.000 millones de dólares que no están incorporados dentro del cupo de endeudamiento… por eso el Gobierno está solicitando un incremento del cupo de endeudamiento de 17.607 millones de dólares”, explicó Bonilla. Además, el Gobierno debe pagar intereses sobre estos préstamos, que no fueron incluidos en la ampliación del cupo de endeudamiento y que se han vuelto más caros desde que Colombia perdió el grado de inversión en 2021.
El funcionario detalló que este año el país tiene previsto pagar 7.617 millones de dólares, incluyendo más de 3.800 millones de dólares en intereses. En 2025, el pago será de 8.069 millones de dólares, de los cuales 3.200 millones son intereses, y en 2026 se pagarán 5.724 millones, incluidos 2.085 millones en intereses.
Para abordar esta situación, el Gobierno ha presentado al Congreso un proyecto de ley con mensaje de urgencia, necesario para cumplir con los compromisos de pago a fin de año con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras multilaterales.
Bonilla también se refirió al anuncio de que el Gobierno congelará parte del presupuesto público debido a una caída en el recaudo de impuestos, una tendencia que se ha observado en los últimos cinco años. Hasta mayo de 2023, el recaudo fue de 116 billones de pesos (unos 29,5 millones de dólares), mientras que este año en el mismo periodo solo se han recaudado 108 billones de pesos (unos 27,4 millones de dólares), un 6,5 % menos que en 2023.
“El Gobierno entiende que no se va a conseguir parte del presupuesto de este año, por lo tanto va a quedar desfinanciado”, explicó Bonilla, quien añadió que esto obliga a un ajuste de 20 billones de pesos (unos 5,1 millones de dólares) en reducción de gasto. No obstante, el ministro aseguró que este ajuste no afectará ni los gastos sociales ni el programa de Gobierno.