Martes 7 de enero de 2025
La Inteligencia Artificial (IA) generativa podría sustituir a los humanos en puestos de trabajo cognitivos, ampliando la automatización del mercado laboral a sectores más allá de las tareas repetitivas, según alerta un estudio publicado este lunes por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Hasta ahora, se ha comprobado que los robots pueden reemplazar a las personas en acciones mecánicas y repetitivas. Sin embargo, esta IA específica, utilizada en sistemas como el popular ChatGPT de OpenAI, es capaz de simular los procedimientos de pensamiento humano, presentando desafíos que van más allá de los empleos de cualificación baja y media.
Evitar impuestos a la IA, aconseja el FMI
El informe del FMI, titulado ´Ampliación de los beneficios de la IA generativa: el papel de las políticas fiscales´, tiene como objetivo orientar y preparar a los responsables políticos ante el impacto de la IA generativa, destacando tanto sus fortalezas como sus riesgos.
En este sentido, el organismo desaconseja aplicar impuestos especiales sobre la IA para reducir la inversión en ella, ya que podría obstaculizar la productividad. En cambio, recomienda que los países aumenten el impuesto medio sobre las rentas del capital.
Según el FMI, la baja fiscalidad del capital en comparación con la del trabajo puede contribuir a un desplazamiento excesivo de la mano de obra y aumentar las fricciones del mercado laboral. Por ello, insiste en revertir esta tendencia para evitar una mayor concentración empresarial y situaciones de monopolio.
“Las economías de mercado emergentes y en desarrollo están menos expuestas a la IA que las economías avanzadas, pero también están menos preparadas para adaptarse a ella”, explicó Era Dabla-Norris, directora de Misión en Vietnam y de la División en el Departamento de Asia y el Pacífico del FMI, y coautora del informe, durante una llamada con medios.
Una ayuda para reducir la evasión fiscal
Además del aumento de los impuestos a las rentas del capital, el estudio propone incrementar el impuesto de sociedades. “El impuesto mínimo global que han acordado más de 140 países, y que establece un tipo impositivo efectivo mínimo del 15 % para las empresas multinacionales, es un paso en la dirección correcta”, añadió Dabla-Norris.
En relación con las políticas fiscales, el FMI cree que la IA tiene potencial para seguir reduciendo la evasión fiscal a nivel mundial y mejorar la aplicación de las leyes fiscales. Por ejemplo, con la IA y el uso de los macrodatos se podría diseñar un impuesto progresivo personalizado sobre el valor añadido, un impuesto sobre la renta basado en los ingresos de toda la vida, o un impuesto sobre la propiedad basado en el valor de mercado en tiempo real.
De todos modos, el FMI insiste en la “incertidumbre enorme” que existe sobre el impacto económico que puede generar el progreso de la IA avanzada en la sociedad. Por ello, anima a evaluar si los sistemas de protección social, educación y fiscalidad son adecuados y lo suficientemente flexibles para hacer frente a una amplia gama de escenarios.