El reciente fallo informático global que afectó a empresas en todo el mundo, incluyendo aerolíneas y otros servicios esenciales, ha puesto a prueba la eficacia de los ciberseguros. Expertos consultados por AFP coinciden en que, dada la magnitud del fallo y sus posibles consecuencias financieras, se espera una oleada de reclamos.
El incidente, que se originó por una actualización defectuosa en los sistemas operativos Windows de Microsoft del programa antivirus CrowdStrike Falcon, se desencadenó el jueves a las 19:00 GMT. A pesar de su impacto, no parece ser fruto de un ciberataque deliberado. Este evento ha planteado interrogantes sobre cómo están cubiertos los fallos informáticos bajo los ciberseguros.
François-Pierre Lani, abogado de Derriennic Associés, señaló que los seguros cibernéticos, promovidos en los últimos años por grandes aseguradoras, “no están destinados a aplicarse” en este caso. Sin embargo, la cobertura depende de cada contrato, y cada caso debe analizarse individualmente.
Los ciberseguros cubren principalmente riesgos y costos asociados a ciberataques, pero pueden incluir opciones que cubran fallos informáticos. Las indemnizaciones pueden abarcar costos operativos adicionales y lucro cesante. Para aerolíneas como Transavia France y las estadounidenses Delta, United y American Airlines, que tuvieron que cancelar vuelos, el seguro cubre los costos adicionales de explotación y, si el incidente se prolonga, las pérdidas de explotación.
La asociación francesa de gestores de riesgos, Amrae, ejemplifica con una “gran empresa” que paga una prima anual de 950,000 euros (1 millón de dólares) por un seguro con una franquicia de 7.5 millones de euros (8.1 millones de dólares). Además, los contratos tienen límites máximos de cobertura, lo que significa que las empresas pueden tener que cubrir costos adicionales de su bolsillo.
Las empresas afectadas también pueden buscar indemnización a través de acciones de responsabilidad contra los proveedores de servicios informáticos que fallaron, como CrowdStrike. Los contratos suelen incluir cláusulas de responsabilidad que prevén indemnizaciones en casos de interrupción del servicio.
En conclusión, el fallo informático global ha puesto en evidencia la complejidad y los desafíos de los ciberseguros, resaltando la necesidad de revisar y entender las coberturas específicas de cada contrato en situaciones de crisis.
