El presidente argentino, Javier Milei, ha intensificado sus críticas contra Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), acusándolo de tener “mala intención” hacia Argentina. En una entrevista con la radio Neura, Milei expresó su convencimiento de que Valdés “no quiere el bien para Argentina” y lo acusó de seguir una agenda política opuesta a la de su gobierno libertario.
Milei señaló que Valdés, quien asumió el cargo el 1 de mayo de 2023, fue “absolutamente contemplativo” con el gobierno anterior del peronista Alberto Fernández, mientras que ahora “todos los días está poniendo peros” a su administración, que según el presidente, es “un ejemplo de esfuerzo fiscal nunca visto en la historia de la humanidad”.
La directora del Departamento de Comunicación del FMI, Julie Kozack, ya había defendido a Valdés el 11 de julio ante las críticas de Milei, resaltando el papel del funcionario en la gestión de las relaciones con los países miembros de América.
Milei también acusó a Valdés de haber sido cómplice del anterior gobierno de Fernández y de haber respaldado las políticas del exministro de Economía, Sergio Massa, a quien el presidente argentino vincula con el Foro de San Pablo y el Grupo Puebla, movimientos de izquierda. Además, recordó que Valdés fue ministro de Hacienda en Chile durante el segundo mandato de Michelle Bachelet, periodo que, según Milei, dejó una mala impresión en el país vecino.
En marzo de 2022, el gobierno de Fernández firmó un acuerdo con el FMI para refinanciar préstamos por unos 45.000 millones de dólares otorgados en 2018 durante el mandato de Mauricio Macri. Este acuerdo incluye revisiones trimestrales sobre el cumplimiento de metas de disciplina fiscal, acumulación de reservas y límites a la emisión monetaria.
El FMI prorrogó el acuerdo con Argentina hasta el 31 de diciembre de 2024, y el gobierno de Milei está negociando un nuevo acuerdo con la esperanza de recibir nuevos fondos para fortalecer las reservas internacionales y eliminar los controles de capitales. Milei ha señalado que su administración ha establecido metas más estrictas que las del FMI y ha superado esas metas. Sin embargo, la gestión de Valdés ha solicitado una mayor “calidad” en el ajuste del gasto público y “acuerdos políticos” con el Parlamento para mantener un presupuesto fiscal equilibrado.
