Sábado 21 de diciembre de 2024
Los estibadores de la costa este de Estados Unidos y del golfo de México, representados por el International Longshoremen’s Association (ILA), han llegado a un acuerdo preliminar con la patronal de navieros USMX, poniendo fin a su huelga.
La ILA comunicó que se ha alcanzado un “acuerdo tentativo sobre salarios” y que el Contrato Maestro se extenderá hasta el 15 de enero de 2025. Con efecto inmediato, se suspenderán todas las acciones laborales en curso y se reanudará el trabajo cubierto por el contrato.
Celebración de Biden
El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró este jueves el logro de un acuerdo preliminar por parte de los estibadores y destacó que la negociación colectiva “funciona”. Agradeció a los trabajadores sindicales, transportistas y operadores portuarios por “actuar patrióticamente para reabrir nuestros puertos y asegurar la disponibilidad de suministros críticos para la recuperación tras el huracán Helene”. Biden subrayó que la negociación es crucial para construir una economía más robusta.
Detalles del acuerdo
Según el New York Times, los trabajadores obtuvieron un aumento salarial del 62%, que aunque es inferior al 77% que exigían para los próximos seis años, supera el 50% que se había ofrecido inicialmente. Aproximadamente 45,000estibadores miembros de la ILA comenzaron la huelga el martes para forzar un acuerdo, marcando la primera paralización en los puertos de EE.UU. desde 1977, afectando a 36 terminales clave como las de Elizabeth/Newark, Baltimore, Savannah, Houston, Nueva Orleans y Miami, que manejan entre el 43% y el 49% del comercio marítimo del país.
Impacto económico de la huelga
La firma JP Morgan había estimado que cada día de huelga podría generar pérdidas de alrededor de 5,000 millones de dólares. En particular, el cierre del puerto de Houston, el más importante del golfo de México, podría causar pérdidas diarias de 100 millones de dólares en importaciones y exportaciones, según la Corporación Mitre, un centro de pensamiento de Virginia. Aunque el Gobierno estadounidense descartó un impacto inmediato en la economía o en los precios, sectores como el de bienes de consumo, automoción, energía y productos agrícolas podrían haber enfrentado los mayores efectos si la huelga se hubiera prolongado.
El presidente Biden había mencionado que no tenía intención de invocar la ley Taft-Hartley, que le permitiría forzar el regreso al trabajo durante 80 días por motivos de seguridad nacional. Sin embargo, esta semana mostró su apoyo a los estibadores e instó a la patronal a mejorar sus condiciones laborales.
