Lunes 30 de diciembre de 2024
El gobierno alemán ha revisado a la baja sus previsiones económicas y anticipa una nueva recesión, con una contracción del Producto Interior Bruto (PIB) del 0,2% en 2024, según reportó el diario Süddeutsche Zeitung el domingo. El ministro de Economía, Robert Habeck, dará a conocer oficialmente estas proyecciones el miércoles, que podrían ser más pesimistas que las estimaciones de los principales institutos económicos del país.
Inicialmente, el gobierno alemán había proyectado un leve crecimiento del 0,3% para este año, pero las esperanzas de una recuperación impulsada por el consumo se han desvanecido. Alemania, la mayor economía de Europa, enfrentaría así su segunda recesión consecutiva, tras una contracción del 0,3% del PIB en 2023, afectada por el aumento de los precios de la energía, una desaceleración industrial y una caída en las exportaciones debido a la guerra en Ucrania.
A pesar de la moderación inflacionaria y los recortes en las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), la demanda interna y externa ha permanecido baja, socavando las expectativas de recuperación en 2024. Los principales institutos económicos alemanes ya revisaron a la baja sus previsiones el 26 de septiembre, pronosticando una contracción del 0,1% para este año.
El Süddeutsche Zeitung señala que la economía alemana sigue enfrentando una “reticencia general de los consumidores a gastar”. Además, el país enfrenta desafíos estructurales significativos, como la competencia con China, una escasez de trabajadores cualificados y la compleja transición hacia una economía más ecológica.
A pesar del panorama sombrío, el gobierno alemán mantiene expectativas optimistas para 2025, proyectando un crecimiento del 1,1%, ligeramente superior al 1% previsto anteriormente. También espera que la economía crezca un 1,6% en 2026, mientras que los institutos económicos anticipan un crecimiento del 0,8% en 2025 y del 1,3% en 2026.
Robert Habeck ha defendido la “iniciativa de crecimiento” propuesta por el gobierno como clave para impulsar la recuperación. Esta iniciativa contempla medidas como rebajas fiscales, una reducción permanente de los precios de la energía para la industria, disminución de la burocracia, y mayores incentivos para retener a personas mayores en el mercado laboral, además de atraer más trabajadores cualificados extranjeros.