Sábado 21 de diciembre de 2024
Este viernes, Bélgica y los Países Bajos celebraron la inauguración de la esclusa marítima de Terneuzen, ubicada en pleno Flandes zelandés. Este megaproyecto, que ha requerido una inversión total de 1.200 millones de euros en construcción y mantenimiento, fue mayormente financiado por Bélgica.
Durante una ceremonia que marcó el final de siete años de trabajo, los reyes Guillermo Alejandro de Países Bajos y Felipe de Bélgica inauguraron la nueva esclusa desde un barco eléctrico. Esta infraestructura facilitará la circulación de buques oceánicos hacia el puerto belga de Gante.
La construcción de la esclusa, que abarcó desde los preparativos hasta la gestión y mantenimiento de los primeros dos años, requirió 330.000 metros cúbicos de hormigón y 32.000 toneladas de acero. Países Bajos aportó 190 millones de euros, la Unión Europea contribuyó con 48 millones y Bélgica cubrió casi el 80 % del coste total, dado que la nueva esclusa es crucial para la economía belga, incrementando la capacidad de tránsito de barcos en la región de los actuales 56.000 a 96.000 anuales para el año 2040.
Sin embargo, el canal que conecta Gante con Terneuzen no tiene la profundidad necesaria, lo que limitará el acceso a muchos buques oceánicos hasta que se realicen las modificaciones en la ruta, trabajos que están previstos para los próximos años.
A pesar de que la finalización estaba programada para 2023, varios contratiempos, incluyendo la pandemia y nuevas regulaciones sobre la contaminación por sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), causaron retrasos en el proyecto.