Miércoles 18 de diciembre de 2024
Las prometidas deportaciones masivas por parte del presidente electo Donald Trump podrían generar un impacto económico significativo en la industria de los restaurantes, similar al vivido durante la pandemia. Los economistas y propietarios del sector advierten sobre posibles aumentos en los precios de los menús, incrementos salariales y cierres de locales.
Sin embargo, Wall Street apuesta por una aplicación más limitada de las políticas migratorias de Trump, evitando un impacto directo en la mano de obra de esta industria, predominantemente compuesta por inmigrantes en situación irregular.
“La probabilidad de que deporten a trabajadores en empleos de restaurantes o en la industria alimentaria es muy baja”, afirmó Dan Ahrens, director de operaciones y gestor de cartera en AdvisorShares. Según Ahrens, las acciones del próximo gobierno se centrarán en inmigrantes con antecedentes delictivos, y las amenazas de deportaciones masivas son principalmente retórica política.
Pese a las preocupaciones, las acciones de restaurantes y bares han mostrado resiliencia. Según el índice de Thomson Reuters, estas subieron más del 5 % desde las elecciones, superando al S&P 500. En el último año, aunque rezagadas frente al índice general, las acciones de este sector han registrado un crecimiento cercano al 10 %, impulsadas por el aumento de precios, a pesar de la reducción en el consumo fuera del hogar.
Gary Bradshaw, gestor de carteras en Hodges Capital Management, se mantiene optimista respecto al desempeño de grandes cadenas como Chipotle, McDonald’s y Texas Roadhouse, destacando su crecimiento en ingresos y expansión. Sobre las posibles deportaciones, Bradshaw comentó: “Mi conjetura es que las amenazas son más ruido que acción. Pero, en realidad, nadie lo sabe”.
La incertidumbre prevalece, y la industria de restaurantes podría convertirse en un termómetro para medir el alcance real de las políticas migratorias de Trump.