Viernes 7 de marzo de 2025
Enclavado entre montañas cafetaleras, Berlín, el pueblo salvadoreño que ha adoptado el bitcóin como parte de su economía, espera con entusiasmo la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
«Esperamos buenos tiempos», dice Marcela Flores, empleada de una cafetería donde se realizan pagos con la criptomoneda. Su optimismo responde a las promesas del expresidente de convertir a Estados Unidos en la capital mundial del bitcóin y las criptodivisas.
A 110 kilómetros de San Salvador, Berlín se ha convertido en el epicentro del bitcóin en el país, con más de 100 negocios que aceptan la criptodivisa, incluyendo tiendas, hoteles, restaurantes y gasolineras.
El crecimiento de la comunidad cripto en Berlín ha atraído a inversionistas y entusiastas extranjeros que, como Gerardo Linares, buscan fomentar el uso del bitcóin y educar a la población en su implementación.
Linares dejó San Salvador en 2023 para establecerse en Berlín y desarrollar el Centro Comunitario de Bitcóin, donde se imparten talleres y se graban pódcast sobre la criptomoneda. Su iniciativa ha atraído a ciudadanos de Francia, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda, Australia e Irlanda, quienes han encontrado en Berlín un espacio para vivir y operar en bitcóin.
Uno de ellos es el francés Quentin Ehrenmann, de 28 años, quien asegura que vive completamente en bitcóin: «Me pagan en bitcóin y gasto en bitcóin aquí en un 95 %».
Para Charlie Stevens, un irlandés de 28 años, el atractivo del bitcóin radica en la libertad de sus transacciones: «Sin que nadie se entere», subraya.
A pesar del entusiasmo en Berlín, el uso del bitcóin sigue siendo marginal en el resto del país. Según una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA), el 92 % de los salvadoreños no utilizó bitcóin en 2024.
Laura Andrade, directora del Instituto de Opinión Pública de la UCA, señala que el gobierno insiste en la criptomoneda como una estrategia económica, pero existe una «desconexión con lo que realmente piensa la población».
Incluso la Asamblea Legislativa aprobó recientemente reformas a la ley del bitcóin para que su uso en el sector privado sea voluntario y ya no obligatorio.
El economista César Villalona sostiene que el bitcóin es inestable y se usa principalmente para la especulación.
A pesar de los desafíos, en Berlín muchos creen que 2024 traerá un auge de la criptomoneda y con ello más oportunidades económicas para el pueblo.
Por ahora, el nombre Berlín se encuentra en toda la ciudad escrito con la icónica «B» de bitcóin, símbolo de una comunidad que sigue apostando por el futuro cripto de El Salvador.