Martes 1 de abril de 2025
El esfuerzo constante de los salvadoreños por mantener al día sus créditos de vivienda ha dado frutos, reflejándose en la cifra histórica reportada por el Fondo Social para la Vivienda (FSV), dependiente del Ministerio de Vivienda, que ha alcanzado un índice de mora de tan solo 1.02%. Este porcentaje es el más bajo registrado hasta la fecha y representa una reducción significativa en comparación con los niveles de hasta un 11% observados en gobiernos anteriores, destacando el compromiso y responsabilidad de los sectores de menores ingresos con sus obligaciones crediticias.
La ministra de Vivienda, Michelle Sol, destacó que este logro es el resultado de un entorno de seguridad y estabilidad económica que ha permitido a miles de familias priorizar la inversión en sus viviendas, dejando atrás las preocupaciones por el pago de alquileres o el riesgo de perder sus hogares. “El clima de seguridad y estabilidad económica ha permitido a miles de familias priorizar la inversión en su vivienda, dejando atrás la preocupación por el pago de alquileres o el abandono forzado de sus hogares, una situación que en el pasado afectaba a numerosas familias mes a mes”, afirmó la ministra.
Este panorama positivo también abre nuevas oportunidades para los inversionistas del sector de la construcción, ante la creciente demanda de viviendas. Actualmente, el FSV ofrece financiamiento de hasta $61,000 a los trabajadores, con condiciones crediticias favorables que facilitan a las familias obtener su vivienda propia de manera más accesible y segura.
Sol también enfatizó que para el sector de trabajadores formales, el FSV ofrece una línea de crédito de vivienda nueva de hasta $40,000, con condiciones favorables, como la no exigencia de prima y una tasa de interés del 4%. Esta medida busca incentivar al sector de la construcción a desarrollar proyectos de interés social, respondiendo a la necesidad de las familias de menores ingresos que a menudo enfrentan dificultades para pagar una prima, que en algunos casos podría equivaler al costo de un alquiler.
Los créditos hipotecarios otorgados generalmente tienen plazos de 25 o 30 años, lo que facilita que las cuotas sean más accesibles. La confianza en la estabilidad económica y en el sector inmobiliario ha motivado a muchas familias a dar el paso hacia la compra de su vivienda, sabiendo que su inversión estará protegida.