Viernes 18 de abril de 2025
En respuesta a la decisión de Pekín de devolver los aranceles, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el miércoles un nuevo recargo del 125 % sobre los productos chinos, intensificando aún más la guerra comercial entre ambas potencias.
“Al final, será algo maravilloso”, afirmó Trump este jueves durante una reunión de gabinete, al referirse a su política arancelaria, cuyo objetivo —según él— es forzar el retorno de la producción industrial a Estados Unidos.
“Habrá un coste de transición y problemas de transición”, reconoció, aunque insistió en que los beneficios llegarán más adelante. Su administración busca reconfigurar el comercio mundial incentivando a los fabricantes a establecerse nuevamente en suelo estadounidense.
Pocos minutos después, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, restó importancia al impacto inmediato: “No vimos nada inusual hoy en los mercados”, aseguró. Sin embargo, los números contaron otra historia: Wall Street cerró con fuertes caídas. El índice Dow Jones retrocedió un -2,50 %, el Nasdaq cayó -4,31 %, y el S&P 500 perdió -3,46 %.
En contraste, las bolsas europeas y asiáticas cerraron al alza.
También se registró una fuerte caída en el petróleo y el dólar, alimentando los temores de una desaceleración económica global. En medio de la incertidumbre, el oro alcanzó un nuevo máximo histórico, consolidando su papel como refugio ante la volatilidad.
La Casa Blanca aclaró el jueves, mediante un decreto, que el recargo total asciende en realidad a un 145 %, ya que al nuevo 125 % se le suma el arancel del 20 % previamente aplicado como parte de las sanciones comerciales vinculadas a la lucha contra el tráfico de fentanilo, un opioide sintético que ha generado una grave crisis de salud pública en Estados Unidos.
Mientras tanto, Trump optó por suavizar su política hacia otros socios comerciales, a quienes también se les mantiene un arancel adicional del 10 % sobre sus exportaciones a EE. UU., aunque sin los aumentos aplicados a China.