Sábado 10 de mayo de 2025
Los líderes económicos mundiales que se reunieron esta semana en Washington respiraron con alivio al constatar que el orden económico global, liderado por Estados Unidos desde hace ocho décadas, aún se mantiene firme, pese al enfoque introspectivo impulsado por Donald Trump.
Durante las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, las discusiones se centraron en temas comerciales, y surgieron señales desde Washington para reducir tensiones en las relaciones con China.
Sin embargo, ante los constantes ataques de Trump a las instituciones internacionales y a la Reserva Federal, los banqueros centrales y ministros de Finanzas comenzaron a cuestionarse aspectos más fundamentales: ¿puede el dólar estadounidense seguir siendo el refugio seguro mundial? ¿Se puede seguir confiando en el FMI y el Banco Mundial, pilares del sistema económico global tras la Segunda Guerra Mundial?
El alivio generalizado entre los funcionarios se debió en parte a que Trump moderó sus amenazas de destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a quien había calificado de “gran perdedor”. También vieron con esperanza el llamado del secretario del Tesoro, Scott Bessent, a reformar el FMI y el Banco Mundial, lo cual indica que Estados Unidos no busca retirarse de estos organismos creados en la conferencia de Bretton Woods de 1944.
“Esta semana trajo un alivio cauteloso”, expresó Robert Holzmann, gobernador del banco central de Austria. “Aunque hubo un cambio de postura en la administración estadounidense, sigo teniendo mis reservas”.
La posibilidad de una politización de la Reserva Federal o un debilitamiento del FMI y el Banco Mundial preocupa a los dirigentes, quienes advierten que, sin un prestamista de última instancia, unos $25 billones de dólares en bonos y préstamos internacionales estarían en riesgo.