En un país donde viajar es una pasión, la alta inflación ha dificultado el ahorro en Argentina. Los pesos que sobran se destinan a comprar pasajes, especialmente para conocer el exterior. Sin embargo, en 2024, la frase más común entre los ciudadanos y el presidente Javier Milei es “no hay plata”. Solo aquellos con una buena posición económica pueden permitirse paquetes turísticos.
Según Carla Tártara, directora de la operadora mayorista Organización Piamonte, los servicios turísticos ahora se contratan a última hora y son de un ‘target’ alto, incluyendo choferes, guías particulares, hoteles de lujo y familias con varios integrantes. La clase media ha perdido poder adquisitivo debido al fuerte ajuste económico aplicado por Milei para reducir la inflación, que en junio alcanzó el 271,5 % anual.
Marcelo Marchetti, directivo de la Federación Argentina de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt), explica que la demanda de viajes proviene de personas que siempre viajan, independientemente de las condiciones del país. Sin embargo, la recesión y la reducción de cuotas de pago han disminuido el número de personas que pueden viajar. La falta de financiamiento en cuotas y los altos precios han excluido al público más masivo.
La clase media que viaja en estas vacaciones de invierno compró sus pasajes en noviembre de 2023, anticipando una devaluación de la moneda que ocurrió en diciembre, cuando Milei asumió el cargo y aún existían pagos en cuotas. Ahora, los viajes se contratan con dos o tres meses de anticipación en lugar de los nueve meses habituales.
Ante la devaluación del peso y los altos impuestos sobre el tipo de cambio oficial para pagos en el exterior, los argentinos prefieren pagar los viajes con dólares en efectivo. Esto ha llevado a una salida neta de 402 millones de dólares del país por turismo en mayo, según el Banco Central, coincidiendo con un aumento del turismo emisor del 3,1 % anual.
Para fomentar el turismo interno, la Secretaría de Turismo, Ambiente y Deportes de Argentina lanzó el programa ‘Argentina Emerge’ el 10 de julio. Similar al ‘Previaje’ de la administración anterior, este programa busca impulsar el turismo doméstico durante la temporada invernal con promociones en transporte, alojamientos y actividades.
El inicio de las vacaciones de invierno coincidió con la desregulación del mercado aerocomercial por parte del Gobierno, que busca aumentar la oferta y fomentar la competencia con Aerolíneas Argentinas. Aunque el sector privado ha acogido positivamente la desregulación, la persistencia de controles de capitales y las amenazas de paro por parte de los sindicatos aeronáuticos podrían retrasar la inversión de empresas extranjeras, según Marchetti, líder de la comisión de Transporte Aéreo de Faevyt.
A pesar de esto, hay una oportunidad para que las aerolíneas extranjeras que ya vuelan a Argentina amplíen sus rutas y hagan conexiones locales desde el exterior, lo que afectará a Aerolíneas Argentinas, que actualmente posee el 70 % del mercado.
