Jueves 26 de diciembre de 2024
La Cooperativa Agrícola de San Pedro de Massanassa, ubicada en el Parque Natural de la Albufera, se enfrenta a grandes pérdidas tras las devastadoras inundaciones provocadas por la dana. Las plantaciones de arroz que rodean la cooperativa y el cereal almacenado en su nave han quedado arruinados, afectando gravemente a la economía local.
Jaime Pons, miembro de la cooperativa, explica que, tres semanas después del temporal, los tractores siguen retirando arroz en estado de descomposición de la nave industrial. El arroz, al haberse mojado, ha fermentado, desprendiendo un olor tan fuerte que llegó a alarmar a un teniente coronel de la Guardia Civil, quien pensó que el olor provenía de cadáveres. Pons estima que las pérdidas podrían oscilar entre 1,2 y 1,6 millones de euros, aunque el valor final dependerá de las evaluaciones de los seguros.
“Esto no sirve ni para grano de los animales”, lamenta Pons, quien subraya que lo único que pueden hacer ahora es retirar el arroz de las instalaciones. A pesar de la gravedad de la situación, el miembro de la cooperativa se muestra optimista sobre la cosecha del próximo año. “Si no pasa nada, se volverá a cultivar el arroz y todo marchará normal”, dice, aunque señala que la situación será complicada en algunas zonas debido a la gran cantidad de basura arrastrada por el agua, como electrodomésticos, vehículos y objetos de todo tipo, que podrían contaminar el suelo y poner en riesgo la cosecha.
Retiro de desechos y preocupación por los químicos
A pocos metros de la cooperativa, en los arrozales inundados, Claudio Sendra y su brigada de la Red Natura 2000 están trabajando para retirar los escombros y desechos acumulados por las aguas de la dana. La inundación ha arrastrado una gran cantidad de basura, incluidos productos de centros comerciales cercanos, como colchones, bombonas de gas y electrodomésticos.
Sendra destaca la prioridad de retirar los productos químicos que podrían haber quedado en las acequias y los campos, en coordinación con otros equipos de Parques Naturales. “El trabajo es enorme y, por lo que se ve aquí, se llevará meses. Hay de todo, desde ropa hasta electrodomésticos, debido a la proximidad de varias tiendas y supermercados”, señala.
Aunque hay esperanza de que la zona se recupere con el tiempo, Sendra y sus compañeros están conscientes de que la rehabilitación de La Albufera podría llevar mucho tiempo, especialmente si los productos químicos vertidos afectan a la salud del ecosistema. Tino, un miembro de la brigada, concluye con una sensación de incertidumbre: “Recuperarse se recuperará, pero no sé si podremos verlo en nuestra vida”.