Miércoles 25 de diciembre de 2024
Redacción ||
Los depósitos calientes están aumentando en Estados Unidos, lo que ha generado preocupación en las autoridades financieras. Estos depósitos bancarios, que involucran a intermediarios entre el banco y el cliente, crecieron un 86% en el segundo trimestre en comparación con el mismo período del año anterior.
Las autoridades financieras están monitoreando de cerca estos depósitos debido a la preocupación de que puedan representar un riesgo para la estabilidad financiera. La crisis ocurrida en marzo de este año, cuando quebraron tres bancos debido a su exposición a sectores de alto riesgo, ha aumentado la atención sobre los depósitos calientes.
Los depósitos calientes son depósitos en los que participa un intermediario, como Morgan Stanley o Fidelity, entre el banco y el cliente. Los grandes inversionistas utilizan estos depósitos para obtener tasas de interés preferenciales. Esto proporciona a los bancos grandes sumas de dinero rápidamente, pero también los hace vulnerables a la rápida salida de estos inversionistas si encuentran oportunidades de inversión más convenientes o seguras.
En Estados Unidos, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) establece regulaciones para los depósitos calientes y considera que son una fuente de fondos más riesgosa para los bancos que los depósitos regulares. A pesar de los beneficios temporales para los bancos, los depósitos calientes pueden representar un riesgo de liquidez si hay una salida masiva de fondos, ya que son más costosos para las instituciones financieras.
Aunque en América Latina los depósitos calientes no son ampliamente utilizados y los bancos son más conservadores en su financiamiento, en Estados Unidos, el aumento de estos depósitos ha generado preocupación en las autoridades financieras, ya que podrían dejar a los bancos en una posición más vulnerable si no se manejan adecuadamente.
Los reguladores están prestando atención al crecimiento de los depósitos calientes en el sistema bancario de Estados Unidos y están tomando medidas para garantizar que los bancos tengan suficiente liquidez para enfrentar una posible corrida bancaria. El aumento de estos depósitos se considera un motivo de alerta para las autoridades financieras.