Domingo 22 de diciembre de 2024
Según los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) han aumentado en un 50% desde 1990 hasta la fecha. Este incremento, que tiene un alcance global, plantea amenazas de cambios permanentes e irreversibles en el planeta si no se toman medidas inmediatas en materia ambiental. Como respuesta a este desafío, empresas, gobiernos y consumidores han implementado estrategias que involucran la reducción, el reciclaje, la reutilización y la sustitución de materiales.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2016, Costa Rica encabezó la lista como el principal importador de plástico y sus manufacturas en Centroamérica con 457,000 toneladas, seguido por Guatemala con 425,000 toneladas, El Salvador con 329,000 toneladas, Honduras con 227,000 toneladas, Panamá con 160,000 toneladas y Nicaragua con 108,000 toneladas. Estados Unidos fue el mayor origen de estas importaciones, contribuyendo con un 34% del volumen importado por la región, seguido por China con un 9%, México con un 8%, Taiwán con un 7% y Colombia con un 3%.
El director general de Tarsus México y organizador de foros en México y Latinoamérica, José Navarro, señala que “el valor de las compras de plástico y sus manufacturas a empresas de México creció un 21% en Centroamérica, pasando de 332 millones de dólares a 403 millones de dólares al año”.
Aldimir Torres, presidente de la Asociación Latinoamericana de la Industria del Plástico (ALIPLAST), destaca que la problemática del plástico involucra a cuatro elementos: el sector industrial, líderes de marca, la sociedad y las autoridades. Todos comparten responsabilidad en el manejo de residuos, y el enfoque debe cambiar de “basura” a “residuos valorizables”. Torres advierte que la sociedad está lidiando con las consecuencias de haber actuado tarde en este tema, subrayando la importancia de tomar medidas efectivas de gestión de residuos.