El Banco de Japón (BoJ, por sus siglas en inglés) se prepara para recortar sus previsiones de crecimiento económico en su próxima reunión de política monetaria, programada para los días 30 de abril y 1 de mayo. La decisión se produce en un contexto de creciente incertidumbre global, impulsada por los aranceles impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los cuales amenazan con debilitar aún más una recuperación económica frágil y fuertemente dependiente de las exportaciones, según revelaron tres fuentes con conocimiento del tema.

A pesar de la volatilidad que persiste en los mercados financieros debido a las medidas comerciales de Trump, se espera que el banco central mantenga sin cambios la tasa de interés, actualmente en 0,5%.

En su informe trimestral de perspectivas, que se presentará el 1 de mayo, el BoJ probablemente recortará su estimación de crecimiento para el año fiscal en curso, iniciado en abril, indicaron las fuentes bajo condición de anonimato.

En su proyección más reciente, publicada en enero, la entidad estimaba un crecimiento económico del 1,1% para el año fiscal 2025.

Dentro del BoJ aún no existe un consenso claro sobre el impacto total que podrían tener los aranceles de Estados Unidos, ya que esto dependerá en parte del resultado de las negociaciones bilaterales que comienzan esta semana, en las que Japón buscará obtener exenciones.

El punto clave, añadieron las fuentes, será determinar si el banco central puede sostener su escenario base: una recuperación económica moderada acompañada de una inflación subyacente controlada, que permita avanzar hacia el objetivo del 2%.