Domingo 22 de diciembre de 2024
En un contexto de creciente demanda energética y los efectos adversos del cambio climático, Latinoamérica debe centrarse en fortalecer sus “instituciones robustas” y establecer reglas claras para avanzar en el desarrollo de su mercado energético, afirmó Gabriela Elizondo, gerente de energía para América Latina del Banco Mundial (BM).
Elizondo destacó que la región ha logrado avances significativos en la transición energética, con una matriz eléctrica relativamente limpia, gracias principalmente a la generación hidroeléctrica y al notable aumento de las fuentes de energía renovables. Asimismo, subrayó que América Latina ha logrado casi cerrar la brecha del acceso universal a la energía, con un 98% de la población teniendo acceso a electricidad.
No obstante, la experta advirtió que persisten desafíos, como los efectos de las sequías, la infraestructura envejecida en varios países y las redes de transmisión y distribución que no se han modernizado adecuadamente.
Elizondo resaltó que la prioridad para los gobiernos debe ser abordar los aspectos fundamentales: tener instituciones sólidas, mercados energéticos funcionales y reglas claras y transparentes. “Sigue siendo un cuello de botella que los elementos esenciales aún no están completamente implementados. Si no se tienen esos elementos básicos, no se puede avanzar a proyectos más sofisticados”, aseguró.
Aseguró que para lograr un sistema energético resiliente es necesario contar con un sistema funcional. En este sentido, subrayó que no se puede atraer inversión privada ni en general a sistemas que no funcionan correctamente, ya que esto genera un alto espectro de riesgos y aumenta el costo de la inversión. “Si se tiene un sistema robusto desde el inicio, con reglas claras, el riesgo es menor y, por ende, la financiación de la infraestructura es más accesible”, concluyó.