Viernes 27 de diciembre de 2024
China ha anunciado una significativa inversión de más de 47.000 millones de dólares en un fondo nacional destinado a reforzar su industria de circuitos integrados, según datos de la base de datos Tianyancha consultados por AFP el lunes. Esta medida busca aumentar la autonomía del país en la producción de semiconductores, un sector crucial en la economía moderna y epicentro de la competencia tecnológica global.
Los semiconductores son fundamentales para una amplia gama de productos, desde televisores y automóviles hasta armas, teléfonos inteligentes e inteligencia artificial. La miniaturización y el suministro de estos componentes han sido objeto de una intensa rivalidad entre China y Estados Unidos en los últimos años.
Washington ha intensificado las restricciones a la exportación de microchips hacia China y ha incluido a varias empresas chinas en su lista negra para excluirlas de las cadenas de suministro de tecnología estadounidenses. En respuesta, China ha tomado medidas para fortalecer su industria local de semiconductores.
El fondo de inversión chino ha recibido 344.000 millones de yuanes (47.480 millones de dólares) de varias fuentes, incluyendo el ministerio de Finanzas, bancos estatales y múltiples empresas. Este esfuerzo busca reducir la dependencia de China en las tecnologías extranjeras y fortalecer su posición en el mercado global de semiconductores.
La fabricación de chips es un proceso extremadamente complejo que involucra a múltiples países. Actualmente, Estados Unidos, Países Bajos y Japón poseen un control significativo sobre la producción de máquinas de litografía, esenciales para la miniaturización de los chips en láminas de silicio muy finas. Esta ventaja tecnológica otorga a estos países una influencia considerable sobre la producción mundial de semiconductores.
Recientemente, Países Bajos se unió a Estados Unidos y Japón para imponer restricciones adicionales a la exportación de equipos avanzados de fabricación de chips a China. Este contexto subraya la importancia estratégica de la inversión china para asegurar su independencia tecnológica y fortalecer su industria de semiconductores en el competitivo escenario global.