Este lunes, las cotizaciones del petróleo experimentaron su tercera caída consecutiva desde que la OPEP anunció nuevos recortes de producción, lo que genera presión en esta alianza que busca estabilizar los precios, pero que se enfrenta a un mercado en constante cambio.
El precio del barril de Brent del mar del Norte, para entrega en febrero, disminuyó un 1.07 % para cerrar en $78.03. Simultáneamente, el barril de petróleo de Texas (WTI) para enero perdió un 1.39 %, situándose en $73.04.
Esta disminución ha sido notable desde que la OPEP y sus aliados anunciaron recortes adicionales de 900,000 barriles diarios de producción desde enero hasta marzo. Estos recortes se suman a una reducción acumulativa de alrededor de 6 millones de barriles diarios desde octubre de 2022, representando más del 5 % de la producción mundial.
Sin embargo, la incertidumbre en el mercado persiste, con dudas sobre si algunos miembros de la alianza, como Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, cumplirán con sus cuotas acordadas. Angola ya ha anunciado que no cumplirá con su asignación.
Michael Lynch de Strategic Energy & Economic Research (SEER) señaló que la OPEP se encuentra en una situación complicada, ya que, a pesar de reducir la producción para adaptarse a la disminución de la demanda, eventualmente se quedará sin opciones para mantener los precios.
Estados Unidos, Brasil e Irán, entre otros, han continuado aumentando su producción, lo que añade presión a la capacidad de la OPEP para influir en los precios del petróleo.
La perspectiva de una política monetaria menos restrictiva en Estados Unidos podría ofrecer algún alivio al mercado y ayudar a una eventual recuperación de los precios del petróleo, según Danny Flynn de Price Futures Group.
