Lunes 23 de diciembre de 2024
El año 2024 no ha sido favorable para Cuba, un hecho que reconoce el propio Gobierno y que se refleja en casi todas las estadísticas macroeconómicas del país, que sigue sumido en una profunda crisis. En este contexto, el futuro de 2025 se presenta incierto, especialmente ante las posibles repercusiones de un segundo mandato de Donald Trump.
Este año estaba previsto originalmente por las autoridades cubanas como el primero en mostrar los resultados de un extenso y severo paquete de medidas anticrisis, que fue anunciado en los últimos días de 2023. Dichas medidas, según el Ejecutivo, tenían como objetivo “corregir distorsiones” en la economía.
El paquete incluyó recortes significativos en el gasto público, la eliminación o reducción de subsidios y aumentos sustanciales, como el de la gasolina, que experimentó un incremento del 400 %. También se implementaron controles sobre los precios de algunos productos de primera necesidad.
No obstante, los resultados de estas reformas han sido, en el mejor de los casos, “discretos”, tal como lo reconoció el propio Gobierno. En la actualidad, Cuba vive “prácticamente al día”, en una “economía de guerra”, como lo describió esta semana el presidente Miguel Díaz-Canel ante la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP). La falta de divisas ha hecho que el país enfrente dificultades para importar desde combustibles para mitigar la crisis energética, que ha generado apagones diarios, hasta productos esenciales como alimentos y medicinas.