Viernes 3 de enero de 2025
Redacción ||
China realiza cambios de estrategia en Latinoamérica ante el debilitamiento interno de su economía, es por ello que se observa un “importante” decrecimiento en las inversiones para la región, advirtieron expertos el miércoles.
Durante un evento organizado por el think tank Diálogo Interamericano, analistas que miden el pulso de la penetración china en el continente americano han señalado que los nuevos fondos de financiación están enfocados en proyectos más pequeños y dirigidos al sector energético y alimentos. “Vemos una reducción importante de acuerdos multimillonarios con los países que se respaldaban con petróleo, podríamos decir que eso es cosa del pasado”, dijo Margaret Myers, directora del Programa de Asia y América Latina de ese centro de análisis con sede en Washington.
Los expertos coinciden en que la pandemia solo aceleró un fenómeno que ya venía a la baja, pero destacan que el nivel de endeudamiento de los países de la región con lazos estrechos con China comenzó a decrecer ya en 2017.
Por su parte, Rebecca Ray, investigadora del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Universidad de Boston, indicó que uno de los argumentos para entender el cambio es que las inversiones están girando hacia sectores de “más demanda”, como las energías renovables, la extracción de recursos para la producción de automóviles eléctricos como el litio y diversificación agrícola.
Según estimaciones del propio Diálogo Interamericano, los bancos chinos encabezados por el Banco de Desarrollo y el Banco de Exportación e Importación habrían desembolsado unos 136.000 millones de dólares en créditos para países como Venezuela, Brasil, Ecuador, Argentina y Bolivia, hasta 2019, lo que llegaron a punto de congelación en medio de la pandemia.
Por otro lado, un análisis realizado por economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el Hemisferio Occidental detectó que luego del pico de inversión china en Latinoamérica, la potencia asiática se ha visto impactada por los cambios “desde los combustibles fósiles, los metales y la agricultura hacia las manufacturas y los servicios, tales como los suministros básicos, el transporte, los servicios financieros y las telecomunicaciones”.
Lo anterior ha provocado un “reequilibramiento de China” que llevó sus inversiones a un punto máximo que luego ha empujado a las empresas chinas a expandirse en el exterior con sus capacidades y enfocarse en proyectos donde han desarrollado capacidades como las energías renovables.
En cuanto a la estrategia china en la región, esta se vería influenciada por cambios en la agenda global de Beijing, que ha tenido que ajustarse para alcanzar sus objetivos con el megaproyecto de inversiones conocido como la Ruta de la Seda.