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El FMI abre la vía para desembolsar a Argentina unos seis mil millones de dólares

AFP, Gabriela Vaz ||

La cumbre del Mercosur calienta motores este lunes antes de la cumbre de presidentes, con la flexibilización del bloque nuevamente sobre la mesa y un renovado clima de tensión tras la amenaza de represalias contra Uruguay por su interés en firmar acuerdos con terceros países.

“Necesitamos un bloque capaz de estrechar lazos con otros países y bloques. No nos podemos permitir el inmovilismo”, dijo el canciller anfitrión, el uruguayo Francisco Bustillo, en su discurso de apertura de la reunión del Consejo de Mercado Común. 

El ministro de Uruguay -país que desde hace años reclama negociar tratados con naciones extrazona frente a la oposición de sus socios Argentina, Brasil y Paraguay-, apuntó que a la fecha el Mercosur tiene once acuerdos vigentes y solo cuatro de ellos son extrarregionales. 

“Un dato no menor es que desde el año 2010 a la fecha, la Organización Mundial de Comercio registra 172 acuerdos de libre comercio. Ninguno del Mercosur”, ilustró.

“No tenemos acuerdo con ninguna de las 10 principales potencias económicas y comerciales en el mundo”, añadió. “Perdemos atractivo y nada hacemos por recuperarlo”, consideró Bustillo, antes de agregar que si el bloque no se permite cuestionamientos sobre su situación actual, “estará condenado irremediablemente al fracaso”.

La reunión de los representantes de los Estados Parte y Estados Asociados es el preámbulo de la cumbre de mandatarios a la que asistirán el argentino Alberto Fernández y el paraguayo Mario Abdo, además de Luis Lacalle Pou. 

El mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, se ausentará de la cumbre, como ya lo hizo en julio pasado durante la reunión en Asunción.

Fernández recibirá del uruguayo Luis Lacalle Pou la presidencia protémpore del bloque.

Cumbre “entretenida”

El mandatario uruguayo auguró una reunión “entretenida” en declaraciones el miércoles pasado, luego de conocerse una nota que difundieron Brasilia, Buenos Aires y Asunción en la que plantean la posibilidad de “eventuales medidas” en contra Montevideo por su pedido de adhesión al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP).

Horas después de difundido el comunicado conjunto, el gobierno uruguayo concretó su solicitud de ingreso al acuerdo comercial integrado por Australia, Japón, Canadá, Nueva Zelanda, Brunei, Chile, Malasia, México, Perú, Singapur y Vietnam. 

Se trata de un nuevo capítulo que se suma a la disputa que el país más pequeño del bloque, con 3,5 millones de habitantes, mantiene con sus socios desde hace décadas. 

De hecho, el gobierno de Lacalle Pou también intenta negociar un TLC con China sin la aprobación de los demás integrantes del Mercosur, lo cual ha crispado en particular a Argentina y Paraguay.

Camino a la “ruptura”

Una resolución conjunta del año 2000 y el tratado fundacional de 1991 apuntan a que los acuerdos del Mercosur deben ser alcanzados en grupo por los socios, una interpretación de la normativa que Uruguay no comparte.

“Nos preocupan ciertas actitudes unilaterales, orientadas a negociaciones bilaterales con terceros países al margen del consenso del bloque”, consideró este lunes el canciller argentino, Santiago Cafiero. 

“Consideramos que eso es contrario a la normativa del Mercosur (…) es violatorio de la regla de consenso, principio fundamental”, subrayó.

“No nos asustan los enfoques bilaterales. (…) Pero dichos enfoques han sido siempre fruto del consenso. Es la unilateralidad de ciertas decisiones lo que nos preocupa”, sostuvo.

“Vemos con preocupación que se emprende un camino que muy probablemente podría desembocar en una ruptura” del bloque, señaló el ministro argentino.

Jugada política

La declaración de las tres cancillerías de la semana pasada, y la decisión de difundirla en simultáneo, “es un mensaje, una jugada más política que concreta, un aviso que le da el Mercosur a Uruguay de algo que ya sabíamos que no compartían”, opinó el especialista en Relaciones Internacionales Ignacio Bartesaghi en declaraciones a la AFP.

Para el analista, “Uruguay no puede dar marcha atrás en algo que no comenzó” todavía.

“Lo que inició hasta ahora son anuncios y acciones que no tienen ningún tipo de posibilidad de reclamo legal”, consideró sobre la petición de ingreso al TCTPP así como el camino emprendido para negociar un tratado de libre comercio con China.

“Uruguay no está negociando todavía”, resumió. 

En este contexto, Bartesaghi consideró que en la cumbre “no habrá nada para presentar” y “quedará en evidencia una vez más el desencuentro del Mercosur en temas de consenso mínimos”.

Además, el experto señaló que la ausencia de Brasil, “la potencia” de la región, por segunda vez consecutiva en una cumbre, es un claro indicador del frágil estado actual del bloque.