Miércoles 15 de enero de 2025
El plan estratégico para convertir a China en una potencia mundial en el fútbol, impulsado por el presidente Xi Jinping, comenzó hace años con la visión de hacer de la liga china la “NBA del fútbol”. Con inversiones millonarias de empresas privadas en los clubes, la construcción de 70.000 nuevas canchas y la inclusión del fútbol como materia obligatoria en las escuelas, el objetivo era llevar al país a la cima del deporte para 2050. A pesar de que aún quedan 25 años, los avances han sido superados por los retrocesos.
Una muestra de la crisis que atraviesa el fútbol chino es la desaparición del Guangzhou Evergrande del fútbol profesional. Este club, con ocho títulos de liga, siete consecutivos entre 2011 y 2017, y dos Champions de Asia, fue un emblema del fútbol chino. Usando el paralelismo con la NBA, sería como si los Boston Celtics o Los Angeles Lakers dejaran de existir.
La caída del Guangzhou comenzó en 2022, cuando fue descendido a la segunda división debido a los problemas financieros de su principal accionista, el grupo inmobiliario Evergrande, que adquirió el club en 2010. Años más tarde, se asoció con Alibaba (con un 40% de participación). La crisis del mercado inmobiliario en China arrastró a Evergrande a una deuda de 300.000 millones de dólares, incluyendo el abandono de un estadio para 80.000 espectadores.
A través de un comunicado, Guangzhou expresó: “El club intentó de diversas maneras acceder al fútbol profesional, pero la deuda histórica resultó insostenible. Los fondos logrados no han sido suficientes para cancelarla. Pedimos disculpas sinceramente a todos los seguidores y agradecemos su comprensión y perdón”.
La Federación China de Fútbol, que en los últimos años implementó estrictas regulaciones para limitar las contrataciones y salarios, excluyó al Guangzhou Evergrande de la lista de clubes que participarán en las ligas profesionales de 2025.