Martes 5 de noviembre de 2024
La icónica vía navegable del continente americano enfrenta una grave crisis mientras su principal fuente de agua, el lago Gatún, se está secando. A diferencia del Canal de Suez, que se abastece del mar, el Canal de Panamá depende del lago Gatún, cuyo nivel está disminuyendo peligrosamente.
Según Nelson Guerra, hidrólogo de la Autoridad del Canal de Panamá, el nivel del lago Gatún ha caído drásticamente, evidenciado por una regla oxidada que muestra una reducción de 1,5 metros en el nivel del agua. Este fenómeno se agudiza durante la estación seca, donde antiguos troncos de árboles, remanentes de la construcción original, emergen del agua en grandes cantidades.
La sequía, agravada por el fenómeno de El Niño, ha provocado el segundo año más seco en los 110 años de historia del canal. En octubre pasado, la región experimentó la menor cantidad de lluvia registrada, un 41% por debajo de lo normal. Esta escasez de agua amenaza el tráfico de mercancías valuadas en $270 mil millones que atraviesan anualmente el canal entre el Atlántico y el Pacífico.
La Autoridad del Canal de Panamá ha implementado medidas de ahorro de agua, reduciendo el número de barcos que pueden pasar diariamente. Además, cada buque transporta menos carga debido a restricciones de peso. Estas limitaciones afectan al 5% del comercio marítimo mundial y al 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos.
Para abordar esta crisis, la Autoridad del Canal de Panamá ha diseñado un plan de inversión de $8.500 millones en proyectos sostenibles en los próximos cinco años. Este plan busca garantizar la viabilidad del canal ante futuros cambios climáticos. Se consideran medidas como la conservación del agua, la modernización de las esclusas y la construcción de embalses para aumentar el suministro durante la estación seca.
Sin embargo, estos proyectos enfrentan desafíos significativos, como la aprobación legislativa y la complejidad de su ejecución. Aun así, el canal está decidido a encontrar soluciones para asegurar su relevancia en el comercio mundial y proporcionar agua potable a la mitad de la población de Panamá, demostrando su compromiso con el futuro incluso en tiempos de crisis.