Miércoles 25 de diciembre de 2024
La reciente decisión de la agencia calificadora Fitch de reducir la calificación crediticia de Panamá a BB+ desde BBB-, retirando así al país de su estatus de grado de inversión, no ha sorprendido al mercado ni a los analistas económicos. Esta modificación ha sido interpretada como una señal de alerta sobre la necesidad de una mayor disciplina fiscal, especialmente por parte del gobierno que tomará posesión en julio.
Fitch justificó su decisión basándose en varios factores, incluyendo desafíos fiscales y de gobernanza, así como el impacto negativo derivado del cierre de una importante mina de cobre en el país. Sin embargo, otorgó a Panamá una perspectiva estable, reconociendo sus “sólidas perspectivas de crecimiento a mediano plazo” fundamentadas en sus actividades logísticas y en el Canal de Panamá como un activo estratégico clave.
Esta no es la primera vez que Fitch juega un rol importante en la calificación de Panamá. La agencia fue la primera en otorgar el grado de inversión al país en marzo de 2010, destacando en ese entonces la tendencia positiva de las métricas crediticias desde 2005. Ahora, al retirar este estatus, la agencia recalca la importancia de abordar los retos económicos y políticos actuales para asegurar un futuro financiero estable para Panamá.
