El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado un nuevo programa de crédito de 48 meses para Ecuador, permitiendo un préstamo total de 4.000 millones de dólares. De este monto, se ha autorizado un desembolso inmediato de 1.000 millones de dólares para el presupuesto público.
Este acuerdo se realiza bajo el Servicio Ampliado del Fondo (SAF), diseñado para apoyar las políticas económicas de Ecuador, estabilizar la economía, proteger la dolarización y establecer una base para un crecimiento sostenible e inclusivo. Aunque el FMI no especificó el calendario de los desembolsos futuros ni las metas que el Gobierno del presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, debe cumplir, se destacó el compromiso de Ecuador con un plan de consolidación fiscal.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, destacó que las autoridades ecuatorianas están comprometidas a implementar un ambicioso plan fiscal, equilibrando ingresos y gastos, reduciendo la dependencia del sector petrolero y protegiendo el gasto en seguridad, redes de seguridad social e inversión pública. Además, se pretende fortalecer la supervisión del sector financiero, mejorar el marco prudencial para capital y liquidez, y fomentar el desarrollo del mercado de capitales.
En los próximos meses, se llevarán a cabo auditorías a la empresa petrolera estatal Petroecuador, un requisito pendiente del anterior programa crediticio de 6.500 millones de dólares entre 2020 y 2022. El Gobierno de Ecuador ha anunciado que destinará los fondos del FMI a la seguridad ciudadana, obras públicas y el crecimiento económico.
Desde su asunción, Noboa ha impulsado una importante reforma tributaria, elevando el impuesto al valor agregado (IVA) del 12 % al 15 %, vigente desde abril. Con esta medida, el gobierno espera recaudar alrededor de 1.300 millones de dólares adicionales para reducir el déficit estatal, que en 2022 fue de aproximadamente 4.800 millones de dólares, equivalente a un 5 % del PIB del país.