Domingo 22 de diciembre de 2024
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó a la baja sus previsiones de crecimiento para América Latina y el Caribe en 2024, proyectando ahora un crecimiento del 1.9%, disminuyendo en 0.4 puntos porcentuales respecto a las estimaciones de octubre.
Este ajuste se atribuye, en parte, a la crisis económica en Argentina, que experimentará una recesión según las nuevas previsiones.
La situación en Argentina es más adversa de lo previsto, con una contracción del 2.8% en 2024, en comparación con el crecimiento proyectado del 2.8% en las estimaciones anteriores.
Este ajuste se relaciona con el significativo ajuste político liderado por el presidente Javier Milei, que ha implementado medidas como la devaluación del peso y la liberación de precios, generando un fuerte rechazo social y un impacto en la inflación, que se situó en un 211% en 2023.
El FMI, con el cual Argentina tiene un préstamo de $44,000 millones, ha respaldado las reformas radicales, aunque advierte que el reajuste de precios, la eliminación de controles y la depreciación de la moneda podrían aumentar la inflación a corto plazo.
El país sudamericano, sin embargo, presenta mejores perspectivas para 2025, con un pronóstico de crecimiento del PIB del 5%.
La rebaja en las proyecciones de crecimiento de América Latina también considera mejoras en Brasil (+1.7%) y México (2.7%), las dos principales economías de la región, impulsadas por el crecimiento interno y la demanda.
A pesar de los desafíos, el FMI destaca ciertos aspectos positivos en la región, aunque la situación económica global también se ve afectada por la inflación, que se mantiene alta en las economías emergentes y en desarrollo, principalmente debido a la situación en Argentina.