Lunes 30 de diciembre de 2024

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Ford abandona proyecto de SUV eléctrico grande y se enfoca en vehículos más accesibles

Ford anunció este miércoles un cambio significativo en su estrategia para vehículos eléctricos, enfocándose en la producción de modelos más económicos en lugar de grandes SUVs eléctricos. Esta decisión marca un ajuste en su enfoque previo, que incluía el desarrollo de un gran SUV eléctrico que, finalmente, se producirá solo en una versión híbrida.

Este cambio de dirección implica un costo adicional de 400 millones de dólares y gastos adicionales de aproximadamente 1,500 millones de dólares, que se reflejarán en los resultados financieros del trimestre. Ford aclaró que su nueva estrategia se centrará en ofrecer vehículos con precios más bajos y mayor autonomía.

Jim Farley, presidente de Ford, explicó que la compañía ha aprendido mucho como el segundo mayor fabricante de vehículos eléctricos en el mercado estadounidense. “Hemos aprendido sobre las preferencias de los clientes y sobre lo necesario para estar entre los mejores y ser rentables”, dijo Farley en un comunicado.

Para reducir costos, Ford también revisará su cadena de suministro de baterías. La empresa trasladará la producción de su unidad conjunta con el surcoreano LG desde Polonia a su planta en Michigan. Esta planta suministra las baterías para el Mustang Mach-E, el modelo eléctrico de Ford.

BlueOval, la empresa de Ford asociada con el grupo surcoreano SK, proveerá las baterías para otros modelos eléctricos y futuros lanzamientos, con producción también en Estados Unidos.

El anuncio fue recibido positivamente por el mercado, con las acciones de Ford subiendo un 1.7% a las 14:15 GMT en Wall Street.

Ford había enfrentado una caída significativa en bolsa a fines de julio después de publicar resultados trimestrales que no cumplieron con las expectativas del mercado, especialmente debido a pérdidas de entre 5,000 y 5,500 millones de dólares en su división de vehículos eléctricos. La compañía, al igual que otros en el sector, ha sufrido por un crecimiento menor al esperado en la venta de vehículos eléctricos en Estados Unidos, a pesar de las fuertes inversiones en este área.