Jueves 26 de diciembre de 2024
Redacción ||
El lanzamiento de la Declaración Anticipada de Mercancías en la frontera El Amatillo, entre Honduras y El Salvador, se convirtió en el escenario donde los funcionarios hondureños abordaron el choque diplomático derivado de la decisión de Costa Rica de imponer la visa a los ciudadanos hondureños. Fredis Cerrato, Secretario de Desarrollo Económico de Honduras, y Fausto Cálix, Director de Aduanas de Costa Rica, se pronunciaron al respecto.
Cerrato destacó el compromiso de su gobierno para facilitar el comercio centroamericano en beneficio de los sectores productivos y extendió un llamado al diálogo con las autoridades costarricenses. En sus palabras, “Honduras tiene disposición al diálogo y que encontremos rápidamente una solución a la situación suscitada que en este momento no nos permite tener esa libre movilización para poder realizar el comercio con toda libertad.”
El Secretario hondureño enfatizó la importancia de alcanzar un acuerdo que permita la libre circulación de personas y mercancías, junto con medidas de seguridad para garantizar la paz entre ambas naciones. Subrayó que son respetuosos de las decisiones soberanas, pero expresó su preocupación por los efectos negativos que se están generando a raíz de la imposición de visas.
Por su parte, Fausto Cálix lamentó la decisión de Costa Rica y la consideró una medida que obstaculiza la libre movilidad de personas y mercancías en Centroamérica, contradiciendo los esfuerzos de integración regional y el sueño de Francisco Morazán, que buscaba la unidad de la región.
El enfrentamiento diplomático se originó tras el anuncio de Costa Rica, a principios de octubre, de que los ciudadanos hondureños necesitarían visa para ingresar a su país. Esto resultó en la paralización temporal de personas y mercancías en las distintas fronteras de la región. En respuesta, Honduras implementó la necesidad de visa para los costarricenses que ingresan a su territorio como medida de reciprocidad.
A pesar de un intento de Costa Rica el 19 de octubre de eliminar el requerimiento de visa para los transportistas de ambos países con el objetivo de no afectar el comercio regional ni el empleo de estas personas, Honduras rechazó esta alternativa.
Las diferencias en las perspectivas y las medidas tomadas por ambas naciones continúan siendo un tema de disputa, con Costa Rica argumentando razones de seguridad y Honduras insistiendo en la eliminación total de la visa como requerimiento migratorio. El choque diplomático plantea desafíos significativos en las relaciones bilaterales y regionales en Centroamérica.