Lunes 23 de diciembre de 2024

20241211_mh_noexigencia_dui_728x90
20240813_lechematerna_728x91
20240701_vacunacion_728x90
20231124_etesal_728x90_1
20230816_dgs_728x90
20230601_agenda_primera_infancia_728X90
domfuturo_netview-728x90
20240604_dom_728x90
CEL
previous arrow
next arrow

Lanzan programa para beneficiar a 120 startups fintech en Centroamérica

Las asociaciones fintech de El Salvador, Guatemala y Honduras se han unido en un ambicioso programa denominado “Industria Fintech: Vehículo para la Inclusión Financiera”, con el objetivo de beneficiar a 120 startups fintech en la región centroamericana. Este programa, respaldado por BID Lab en coordinación con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y BID Invest, marca un hito importante para cerrar la brecha de inclusión financiera y fomentar la innovación en el sector financiero.

Se proyecta que este programa alcance a más de 30,000 beneficiarios finales, con un enfoque especial en mujeres (50%), personas sub-bancarizadas o no bancarizadas, quienes podrán acceder a servicios y productos financieros innovadores gracias a las startups fintech participantes.

Erick Chacón, presidente de la Asociación Salvadoreña de Fintech (Asafintech), destacó que este programa no solo fortalecerá los ecosistemas fintech en los países participantes, sino que también abrirá nuevas oportunidades para aquellos excluidos del sistema financiero tradicional.

El programa ofrecerá una combinación de servicios innovadores para fortalecer a las asociaciones fintech y a sus miembros, que incluyen inteligencia de mercado, identificación de necesidades y oportunidades no cubiertas, propuestas regulatorias innovadoras, así como servicios de incubación y aceleración para las startups fintech.

Irene Arias, gerente general de BID Lab, resaltó la importancia de esta iniciativa conjunta para el desarrollo y fortalecimiento de los ecosistemas fintech en Centroamérica, subrayando el papel clave de la cooperación regional en la promoción de la inclusión financiera y la innovación.

Este programa representa un esfuerzo significativo para impulsar la colaboración transfronteriza entre El Salvador, Guatemala y Honduras, sentando las bases para un crecimiento más inclusivo y sostenible en la región a través de la tecnología financiera.