Las bolsas europeas retrocedían este miércoles, tras un sólido inicio de semana, en medio de crecientes preocupaciones por los resultados empresariales. El detonante fue el anuncio de que Nvidia deberá asumir un cargo de 5.500 millones de dólares debido a las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de chips avanzados hacia China.

ASML, el mayor proveedor mundial de equipos para la fabricación de semiconductores, también encendió las alarmas al advertir que los aranceles están generando una gran incertidumbre sobre sus perspectivas para 2025 y 2026. Como consecuencia, sus acciones cayeron un 7,4%.

El índice paneuropeo STOXX 600 bajaba un 0,9% a las 07:06 GMT, tras dos sesiones consecutivas al alza, aunque los movimientos del mercado fueron más moderados que los observados la semana anterior.

Los principales índices bursátiles de la región —incluyendo Alemania, Francia, España y Reino Unido— también registraban pérdidas, con caídas de entre el 0,3% y el 0,8%.

En el sector tecnológico, los efectos fueron especialmente severos: las acciones cayeron un 3,2%, liderando las pérdidas entre los distintos sectores. La presión se ha intensificado en medio de la creciente competencia por liderar el mercado de inteligencia artificial y las consecuencias de las políticas arancelarias impulsadas por el expresidente Donald Trump.

La incertidumbre en torno al desempeño corporativo europeo sigue en aumento. Los analistas ahora proyectan una caída del 3% en las ganancias del primer trimestre, frente al descenso del 2,2% estimado hace solo una semana, según datos de LSEG IBES.

La atención de los mercados también está puesta en la próxima reunión del Banco Central Europeo, prevista para el jueves, donde se anticipa ampliamente un recorte de tipos de interés de 25 puntos básicos.