Martes 24 de diciembre de 2024
Redacción ||
México y América Latina están emergiendo como destinos clave para la producción de animación y videojuegos, atrayendo a productoras estadounidenses y europeas. Este auge se debe no solo al talento joven de la región sino también al concepto de “nearshoring” (relocalización de cadenas) y a la dinámica de teletrabajo que se ha convertido en la norma debido a la pandemia de la COVID-19.
Grandes empresas del entretenimiento como Cartoon Network, Warner Bros y DC Cómics han establecido presencia constante en América Latina con el objetivo de descubrir talentos locales y desarrollar producciones que reflejen la rica identidad cultural de la región, según señaló José Iniesta, cofundador de Pixelatl, un festival que fomenta la creatividad en la animación, los videojuegos y el cómic.
Iniesta destacó que la pandemia de la COVID-19 ha consolidado el progreso de la industria de la animación y los efectos visuales en América Latina, brindando oportunidades sin precedentes para que los jóvenes talentos desplieguen su creatividad.
El concepto de “nearshoring” en la animación comenzó a ganar terreno en 2020 cuando muchas cadenas de producción de Asia trasladaron sus operaciones a América Latina. Este cambio se reveló como una forma eficiente de producir contenido de alta calidad. En palabras de Iniesta, “estamos produciendo en la región una cantidad significativa de animación para estudios internacionales”.
La película de animación “stop motion” “Pinocho”, dirigida por el mexicano Guillermo del Toro y galardonada con un Óscar a la Mejor Película Animada, es uno de los ejemplos más destacados de esta industria en crecimiento. Sin embargo, no es la única producción, ya que las empresas independientes han estado invirtiendo en el sector durante al menos dos décadas en países como México, Chile, Argentina y Brasil.
En los últimos años, gigantes del entretenimiento como Disney, Amazon Prime y Netflix han anunciado inversiones significativas en proyectos audiovisuales y de animación en América Latina. A pesar de esto, pocos de los talentos emergentes en estas colaboraciones se quedan o contribuyen al crecimiento de la industria en sus países de origen.
Según el Instituto Mexicano de Cinematografía, solo el 2 % de los 259 largometrajes producidos en México en 2021 fueron animados, y el 8 % de los cortometrajes perteneció a la categoría de animación. El desafío ahora radica en el desarrollo de propiedades originales de América Latina para la audiencia regional, con el objetivo de aumentar la presencia y la influencia de la industria de la animación en la región.