Jueves 9 de enero de 2025
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) comenzará este domingo a evaluar los daños en los cultivos tras siete días de intensas lluvias.
“Nos estamos preparando para iniciar el conteo de daños de manera oficial a partir de mañana (este domingo). Es evidente que hay zonas afectadas por tanta lluvia”, indicó Óscar Domínguez, viceministro ad-honorem del MAG.
En una conferencia ofrecida por la Dirección de Protección Civil sobre las emergencias atendidas desde el viernes 14 de junio, Domínguez explicó que se utilizarán drones para evaluar los daños en 20 puntos priorizados donde se registraron las mayores acumulaciones de agua.
El MAG utilizará una herramienta digital proporcionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que ofrece datos en tiempo real.
En un informe inicial ofrecido el pasado lunes, Agricultura detalló que un 36.2% de los cultivos de frutas, hortalizas, granos básicos y agroindustria habían sufrido afectaciones. Los principales riesgos incluyen el estrés por exceso de humedad y la proliferación de hongos.
“Las más de 8,500 manzanas que han estado en monitoreo son las zonas más productivas del país, incluyendo los distritos de riego y otras áreas de diversos cultivos en la zona sur de San Miguel, Zapotitán y Atiocoyo”, comentó Domínguez.
La Asociación Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo) afirmó que las fuertes lluvias no afectaron significativamente los cultivos de granos básicos, ya que los agricultores habían esperado hasta junio para iniciar la siembra debido al inicio tardío del invierno.
Sin embargo, Luis Treminio, presidente de Campo, confirmó que en el distrito de El Paisnal, San Salvador Norte, se dañaron 250 manzanas de cultivos, con una pérdida aproximada de $200,000.
Por su parte, la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) reportó que en la zona sur de Ahuachapán hubo pérdidas totales en los cultivos de maíz y hortalizas.
Las intensas lluvias ocurrieron tras un episodio de altas temperaturas, lo que ha llevado a los caficultores a advertir sobre un incremento en plagas como la roya y la antracnosis, dos enfermedades letales para los cafetos.